Fin de un capítulo oscuro en el Cauca
El Estado Mayor Central de las FARC-EP informó sobre la muerte de alias «El Mocho», identificado como Oscar Eduardo Sandoval. Este líder insurgente, también conocido como «Andrés Patiño», perdió la vida el pasado 26 de enero en un incidente relacionado con actividades propias de su grupo armado. Sandoval, miembro del Secretariado Nacional, se destacaba como uno de los principales comandantes de las disidencias y su ausencia deja un impacto significativo en la estructura de la organización.
Terror
Como cabecilla del frente Carlos Patiño, alias «El Mocho» dirigía una de las facciones más agresivas de las disidencias. Este grupo, señalado por múltiples actos de violencia y ataques contra la fuerza pública, mantenía una constante presión en la región. Bajo su liderazgo, se registraron acciones que generaron temor en comunidades afectadas por el conflicto, consolidando su reputación como uno de los mandos más peligrosos y estratégicos.
La operación Perseo, lanzada por el gobierno de Gustavo Petro en octubre de 2024, obligó a Sandoval a abandonar el corregimiento de El Plateado, en Argelia, donde ejercía control. A partir de ese momento, su estrategia cambió hacia una postura de represalias y hostilidades dirigidas contra las autoridades. Este repliegue marcó un cambio en su accionar, intensificando las tensiones en las zonas bajo influencia del frente que comandaba.
Impacto
La muerte de alias «El Mocho» representa un golpe contundente para las disidencias, debilitando una de sus estructuras más activas. El frente Carlos Patiño, bajo su mando, logró afianzarse como un actor clave en el conflicto, pero su ausencia genera incertidumbre sobre el futuro de esta facción. Sin embargo, la capacidad de reorganización de estos grupos sigue siendo un desafío latente para las fuerzas del Estado.
A pesar de la pérdida de un líder de las disidencias, el conflicto armado sigue afectando a las regiones, y las comunidades, víctimas principales, esperan soluciones que conduzcan a la paz.




