Indudablemente la variante Ómicron de la COVID-19 se ha expandido rápidamente en Bogotá, hecho evidente en el incremento de los contagios durante los últimos días:
- 16 enero: 8.390 contagios
- 15 enero: 8.956 contagios
- 13 enero: 7.208 contagios
- 11 enero: 5.490 contagios
- 9 enero: 8.659 contagios
- 7 enero: 5.961 contagios
A este panorama se suma un indicador mucho más grave: el aumento en los fallecimientos, que pasó de un promedio diario de tres a nueve decesos. Y, aunque son datos esperados en medio de un ascenso al cuarto pico de la pandemia, desde las asociaciones médicas piden que se reformulen medidas en las que no hay control en los aforos.
«El Colegio Médico de Bogotá pide revisar la política pública de aforo, dado el incremento de casos y la congestión de los servicios de urgencias y la posible congestión de las UCI», señaló Elizabeth Beltrán, salubrista del Colegio Médico de Bogotá.
Y agregó: «hay que considerar que ómicron no es una gripa y tiene una alta transmisibilidad y la política pública del aforo en Transmilenio versus implementación de pico y placa concomitante son contraproducentes».
Para la Asociación Colombiana de Salud Pública, aunque el pico y placa vehicular incide directamente en la mejora de la calidad del aire, sí debe replantearse el aforo en el transporte público.
«Invitamos a la Secretaría de Movilidad, Transmilenio, el SITP a aumentar las rutas en horarios pico, presencia de gestores sociales que garanticen la observancia de protocolos de bioseguridad y la entrega gratuita de tapabocas y el compromiso de empresarios de flexibilizar los horarios de entrada y salida de los trabajadores», opina Dionne Cruz, presidenta de la Asociación.
En contraste, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, decidió llegar a su despacho del Palacio de Liévano en compañía del secretario de Movilidad y gerente de Transmilenio a bordo de transporte público, para señalar que con la medida de pico y placa se debe priorizar este sistema como alternativa de movilidad.




