La cifra de inflación anual de octubre, que alcanzó el 12,22%, no sólo fue ligeramente superior a las expectativas del mercado, sino que sentó una nueva base para el debate sobre el salario mínimo que comenzará a principios de diciembre.
La cifra es la más alta de los últimos 22 años, y además haría que el aumento salarial se asemejara a las proporciones de hace dos décadas. Los expertos consideran que podría situarse entre el 13% y el 18%, pero también que una subida muy fuerte tendría efectos negativos en la economía nacional.
«Pocas veces la fijación del salario mínimo ha sido tan importante como lo va a ser este año. Estamos en un entorno en el que la inflación es muy alta, en el que el crecimiento y el empleo van a caer en 2023, el tipo de cambio está devaluado, y si nos ponemos a jugar con el salario mínimo no vamos a mejorar el bienestar de la gente, sino que lo único que vamos a conseguir es que todos estos problemas se agraven», dijo Mauricio Santamaría, presidente del centro de estudios económicos Anif.
Según Santamaría, aunque la inflación ya está en un nivel alto, y si se añaden al menos 1,5 puntos porcentuales (pps) adicionales por el lado de la productividad, el aumento salarial sería como máximo del 13%. «Ahí es donde nos tenemos que quedar, si nos pasamos de eso vamos a lograr un efecto muy negativo, es el momento de ser responsables», dijo.
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A pesar de ello, consideró que el incremento será más hacia el 15% y reiteró que esto tiene un impacto en los costos laborales de las empresas y, por ende, en la contratación formal. Por ley, el aumento del salario mínimo no puede ser menor a la inflación provocada y normalmente hay algunos puntos adicionales por la productividad laboral. De ahí que las últimas cifras de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) ya marquen la base con la que negociará la mesa de negociación.
«El escenario base de nuestro pronóstico es un salario mínimo que puede subir alrededor de 15%, sin embargo, falta ver cómo avanzan las negociaciones entre sindicatos y empresarios, y la puja del Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Hacienda que tiene que tener en cuenta que, según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, cada punto porcentual de aumento del salario mínimo le cuesta al Presupuesto General de la Nación unos $400.000 millones al año», dijo Sergio Olarte, economista jefe de Scotiabank Colpatria.
Asimismo, Andrés Escobar Arango, presidente de la consultora EConcept, afirmó que con una inflación del 12% el aumento del salario mínimo podría estar entre el 15% y el 16%, o incluso «un poco más», si el Gobierno lo define por decreto.
«La negociación del salario mínimo se divide en dos momentos. Uno en el que se ve si los sindicatos y la patronal se van a poner de acuerdo en la subida, algo que en esta ocasión no creo que ocurra. Luego, la decisión recaerá totalmente en el Gobierno, y dado que el último aumento que hizo el presidente Duque fue bastante generoso, creo que el presidente Petro no querrá quedarse atrás», dijo Escobar.Editar



