Néstor, fue asesinado a eso de las siete de la noche en el barrio Olímpico donde vivía. Lamentablemente este sangriento hecho no tiene capturados y sus verdugos siguen en la huida en esta municipalidad en la que la muerte se está apareciendo en cada uno de los meses, siendo una estadística de terror y de suma preocupación por parte de las autoridades judiciales y familias palmiranas.
Néstor Eduardo Quevedo, un hombre que lideró un trabajo importante como Guardián del Inpec, quien hizo parte del Sindicato de esta entidad, apoyando a sus compañeros e incluso a quienes están privados de la libertad, hace poco había salido pensionado entregando las banderas a otros líderes para que siguieran ejerciendo esa labor como sindicalista, siendo un hecho que dejará huella entre los suyos.
En el ámbito personal, también era un ser muy apreciado por los suyos, esos mismos que hoy lloran la inesperada partida de un ser querido, confiable y entregado a su familia y amigos más cercanos, los cuales están sufriendo su partida y que seguramente estarán esperando respuestas judiciales, concretas y puntuales.
