Un bochornoso hecho tuvo lugar recientemente en Ibagué, cuando el líder juvenil Michael Steven Mejía Ospina denunció los ataques y amenazas que ha recibido, las cuales han puesto en riesgo su integridad. Mejía, reconocido por su trabajo comunitario, especialmente en asesorías legales gratuitas, reveló que durante los últimos días ha sido objeto de intimidaciones, algunas de las cuales involucran mensajes directos y amenazas de muerte. Según el líder, los ataques parecen estar vinculados a su labor en defensa de los derechos de la comunidad y su constante trabajo por la justicia social en el Tolima.
El incidente ocurrió el pasado miércoles, cuando Mejía se desplazaba junto a un amigo, el conductor Yoan Vargas, quien se encontraba manejando un vehículo con placa ICP 254. Ambos se dirigían hacia la notaría cuarta de la ciudad cuando fueron sorprendidos por un ataque. En medio del trayecto, desconocidos lanzaron artefactos hacia su vehículo, lo que generó un gran susto. Afortunadamente, el ataque no causó daños personales, aunque los objetos impactaron el vehículo, que sufrió algunos daños materiales. «No sabemos si eran piedras o algún otro tipo de proyectil, pero gracias a Dios, ni Yoan ni yo resultamos heridos», comentó Mejía durante una entrevista con El Periódico Extra.
Steven se dirigía del lugar de residencia hacia la Notaría 4 y antes de salir de su casa le habría llegado una advertencia.
Lo más alarmante para Mejía ha sido la serie de amenazas que ha recibido previamente a través de llamadas telefónicas y mensajes en redes sociales, los cuales han sido especialmente intimidantes. Según su relato, algunos de los mensajes eran claros y directos, alertando que, de continuar con su trabajo comunitario y político, su vida estaría en peligro. Las amenazas mencionaban de manera explícita que no debía seguir «molestando» a quienes «manejan los hilos del poder» en la región.
Ante esto, Mejía ha recurrido a las autoridades, incluyendo la Fiscalía, la Policía Nacional, e incluso la presidencia de la República, buscando protección y apoyo para esclarecer los hechos y poner fin a esta situación de riesgo.
A pesar de haber hecho las denuncias correspondientes, Mejía manifestó su preocupación por la respuesta de las autoridades, ya que, según él, las medidas adoptadas hasta el momento no han sido suficientes. «He recibido apoyo de la Policía Metropolitana, pero hasta ahora no hay avances significativos. Es un proceso lento y necesitamos que se tome con la seriedad que el caso merece», expresó. También hizo un llamado urgente a la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, y a la gobernadora del Tolima, para que refuercen las medidas de seguridad en su contra, y aseguró que continuará su trabajo a pesar de las amenazas, con el firme propósito de seguir luchando por los derechos de su comunidad.
