Un nuevo caso de negligencia en el transporte público ha conmocionado a la ciudad de Ibagué. Valentina Díaz Aldana, una joven de 21 años, fue arrollada por una buseta mientras intentaba subir al vehículo. Según testigos, el conductor arrancó sin esperar a que la joven estuviera completamente dentro, lo que provocó su caída y que una de sus extremidades fuera aplastada por la rueda del automotor. Su madre, María Eva Aldana Lozano, denunció la falta de respuesta por parte de la Administración Municipal y de la empresa transportadora involucrada, COTRAUTOL.
En diálogo exclusivo con el periódico Extra, la madre de Valentina expresó su indignación por la falta de control que existe sobre el transporte público en la ciudad. “Los conductores están más ocupados peleando entre ellos que prestando un buen servicio”, denunció. Este incidente ha sido uno más de los muchos que han ocurrido en Ibagué en los últimos meses, donde la comunidad se ha mostrado cada vez más preocupada por la falta de regulación y control en el transporte público. Gian Espinosa, otro afectado por el mal servicio, relató su propia experiencia “Venía con mi madre desde Juntas, y el conductor iba tan rápido que no vio un reductor de velocidad. Cuando le reclamé, en lugar de disculparse, nos insultó a mi madre y a mí”.
Muchos de los conductores, han sido responsables de actos imprudentes como el de la joven Valentina Diaz.
Las denuncias se multiplican en la ciudad. Luz Franco, otra víctima, señaló que fue lastimada por un conductor de la misma empresa mientras subía a una buseta de la ruta 6. “El conductor no esperó a que me subiera por completo y arrancó, lastimándome el pie. Cuando le pedí que esperara, me respondió de forma grosera y se fue sin dar explicaciones”, comentó Franco, quien además indicó que el incidente ocurrió en el barrio Bello Horizonte y que quedó con dolor en el pie, lo que le dificulta caminar.
El malestar ciudadano ha crecido en torno al servicio prestado por COTRAUTOL, empresa que ha sido señalada en repetidas ocasiones por la comunidad debido a la falta de respeto y control por parte de sus conductores. Los testimonios de usuarios que han sufrido accidentes o malos tratos subrayan la urgencia de una regulación más estricta. “Estamos cansados de este pésimo servicio, van a toda velocidad por la avenida Guabinal y no hay nadie que los controle”, expresó un residente molesto. Ante esta situación, la comunidad de Ibagué hace un llamado urgente a las autoridades locales para que tomen medidas inmediatas que garanticen la seguridad de los usuarios del transporte público, especialmente ante la creciente preocupación por la vida e integridad de los ciudadanos.
