La obra que prometió transformar la movilidad terminó convertida en un símbolo de despilfarro.
El llamado puente fantasma de Hurtado volvió a encender la indignación de los ibaguereños luego de que se conociera que la ciudad continúa pagando millonadas por una obra inexistente. Mientras la Alcaldía intenta sostener las cuentas a flote, entre capital e intereses ya han salido $5.486 millones destinados al viaducto que nunca se construyó. Lo más irónico es que, esta misma semana, el exalcalde Andrés Fabián Hurtado reapareció en redes sociales adjudicándose méritos ajenos y posando como gestor de obras menores, desatando una oleada de rechazo ciudadano.
La obra que prometió transformar la movilidad terminó convertida en un símbolo de despilfarro, improvisación y daño financiero a la ciudad. El empréstito con Findeter, por $40.000 millones, sigue activo pese a que el proyecto jamás avanzó y buena parte del dinero se quedó congelado.
Una investigación realizada por el medio El Olfato, reveló que del crédito autorizado en 2020 ya se han desembolsado $65.688 millones, de los cuales $11.743 millones pertenecían al puente. Pero lo más preocupante es que $8.758 millones siguen guardados, sin ejecución alguna, aunque el pago de intereses continúa golpeando el presupuesto municipal sin clemencia. Todo mientras la Alcaldía intenta justificar un gasto que no produjo progreso ni infraestructura real. La situación empeora al revisar el contrato de obra 1312, declarado en incumplimiento total. Aunque la aseguradora Mundial S.A. pagó $3.914 millones por la garantía, esa suma no fue utilizada para disminuir la deuda con Findeter. Este tipo de contratos siguen dejando intacto el crédito que continúa acumulando intereses mes tras mes y con el cual la deuda crece, el puente no existe y el desprestigio permanece como la verdadera herencia de su administración.

															


