La violencia volvió a hacer estragos en Cali. Ocho personas fueron asesinadas entre el sábado y el domingo en diferentes puntos de la ciudad, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la grave crisis de seguridad que enfrenta la capital del Valle del Cauca. Uno de los crímenes más recientes ocurrió en el barrio Ciudad 2000, al sur de Cali. La víctima fue identificada como Giovanny Viveros Valencia, de 42 años, quien era un militar retirado. Según el video de seguridad, el hombre fue atacado a tiros por un desconocido justo cuando entraba a una salsamentaria y quesera ubicada en la carrera 69 con calle 33B.
El agresor llegó corriendo por detrás y le disparó directamente en la cabeza, Viveros se desplomó y el hombre siguió disparando. Además, este robó el arma del ex militar. El sicario se alejó pero segundos después regresó y le disparó nuevamente al hombre en el piso para finalmente huir. Hasta el momento, no hay capturados por este hecho. Las autoridades tratan de establecer si se trató de un ajuste de cuentas o si el ataque estaría relacionado con otras bandas criminales que operan en la zona.
Este homicidio se suma a una ola de violencia que tuvo su punto más crítico el domingo 6 de abril, cuando cinco hombres fueron asesinados a bala en distintos barrios de Cali en menos de 24 horas. Los hechos se presentaron en El Vallado, la Unión de Vivienda Popular, El Pondaje, Floralia y Flora industria. Todas las víctimas fueron hombres que presentaban heridas por arma de fuego, y en ninguno de los casos se ha reportado la captura de los responsables. La Policía Metropolitana ha iniciado investigaciones para esclarecer los móviles y establecer si existe conexión entre los crímenes.
Inseguridad
El panorama es preocupante. Con estos nuevos casos, Cali acumula cinco homicidios solo en la jornada del domingo, lo que deja en evidencia una vez más la vulnerabilidad en temas de seguridad que afrontan varias comunas de la ciudad. Vecinos de los sectores afectados expresaron su temor y pidieron mayor presencia de las autoridades. “No es justo que tengamos que vivir con miedo todos los días, aquí matan a plena luz del día y no pasa nada”, dijo una comerciante del barrio Ciudad 2000. En redes sociales, las denuncias ciudadanas no se hicieron esperar. Los habitantes exigen respuestas claras, más patrullajes y estrategias efectivas para frenar la creciente ola de violencia. Mientras tanto, la incertidumbre se apodera de la ciudad y la pregunta que ronda entre los caleños es una sola: ¿Quién sigue?




