Óscar Yair Montealegre Castillo, fue encontrado muerto en la playa El Morro de Tumaco, Nariño.
La tranquilidad de Fusagasugá, Cundinamarca, se vio interrumpida el pasado 8 de abril tras el asesinato de Aida Rodríguez Romero, una mujer de aproximadamente 40 años, en plena vía pública del barrio San Mateo. El ataque ocurrió mientras la víctima se desplazaba en un vehículo gris cerca del Parque de los Perros, contiguo al Colegio Ricaurte. Según los primeros reportes, sujetos aún no identificados interceptaron el paso de Rodríguez Romero y le dispararon en repetidas ocasiones, dejándola sin signos vitales dentro de su automóvil. El caso, que fue asumido por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, es investigado bajo hipótesis como ajuste de cuentas, crimen por encargo o móviles personales, mientras las autoridades locales ofrecieron una recompensa de hasta 15 millones de pesos para quien aporte información que permita esclarecer los hechos.
La sorpresiva muerte
En un giro inesperado de los acontecimientos, días después del homicidio de Aida Rodríguez Romero, su expareja sentimental, Óscar Yair Montealegre Castillo, fue hallado muerto en la playa El Morro de Tumaco, Nariño. Testigos aseguran que el hombre llegó al balneario hacia las 3:00 p.m. del domingo 26 de abril, se sentó en la arena y minutos más tarde fue visto recostado, sin reaccionar, junto a un tronco de madera. Al llegar al lugar, la Policía Nacional confirmó su fallecimiento, sin evidenciar signos de violencia externa. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para practicarle la necropsia correspondiente, a fin de determinar si la causa de muerte obedeció a un infarto u otro factor no aparente. Hasta el momento, tampoco ha sido posible establecer en qué hotel se hospedaba el visitante.
Investigación abierta
Las autoridades no descartan que exista una conexión entre ambos casos, dado el estrecho vínculo personal entre las víctimas. Aida Rodríguez y Óscar Yair compartieron una relación de la cual quedaron dos hijos en común, y recientemente habían adelantado el proceso de disolución de su matrimonio. Aunque inicialmente la muerte de Montealegre Castillo no presenta signos visibles de violencia, se sabe que el hombre tenía antecedentes judiciales, lo que abre nuevas líneas de investigación para determinar si su fallecimiento fue accidental o si podría tratarse de un crimen encubierto. De momento, la Policía y la Fiscalía mantienen abiertas las investigaciones de ambos hechos de manera paralela.
Autoridades
Ante la conmoción generada, tanto en Fusagasugá como en Tumaco, las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía para que reporte cualquier situación inusual o información que pueda ser clave en el desarrollo de las investigaciones. En Fusagasugá, el secretario de Gobierno, Luis Carlos Hernández, reiteró el compromiso de la administración municipal para colaborar con los organismos de seguridad en el esclarecimiento del asesinato de Rodríguez Romero. Por su parte, en Tumaco, la Policía invitó a turistas y residentes a estar atentos a cualquier anomalía en zonas costeras, especialmente en lugares concurridos como la playa El Morro, mientras avanzan las labores forenses para conocer las causas de la repentina muerte de Montealegre Castillo.
En vilo dos municipios
La trágica secuencia de acontecimientos mantiene en vilo tanto a Fusagasugá como a Tumaco, en medio de la incertidumbre por la posible conexión entre ambos hechos. Las familias de las víctimas, particularmente los hijos de Rodríguez Romero y Montealegre Castillo, enfrentan ahora un duelo doble y una incertidumbre dolorosa en la búsqueda de respuestas. Mientras Medicina Legal avanza en las autopsias y las autoridades siguen recolectando testimonios y evidencias, la comunidad espera que se esclarezcan lo antes posible las circunstancias que rodearon el crimen y la misteriosa muerte, en busca de justicia para dos vidas truncadas de manera abrupta.

															


