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La excanciller de Alemania solicitó moderación y compromiso, después de un debate acalorado sobre la política migratoria, promoviendo un regreso a la colaboración entre partidos democráticos antes de las elecciones del 23 de febrero.
En un acontecimiento en Hamburgo, Angela Merkel alertó que el escenario político de Alemania se ha polarizado progresivamente después de los recientes sucesos en el Bundestag, la cámara baja del parlamento.
«Ahora necesitamos… «recuperar un escenario donde los compromisos sean nuevamente factibles en el futuro», declaró la excanciller ante un público de más de 1.000 personas en el evento coordinado por el semanario Die Zeit.
A menos de tres semanas de los comicios, Merkel sostuvo que resulta improbable que cualquier partido político obtenga una mayoría absoluta. «Esto implica que los partidos democráticos deberán retomar el diálogo entre ellos», afirmó la política, quien gobernó Alemania entre 2005 y 2021.
«Tiene que haber voluntad de compromiso»
La excanciller admitió que es crucial aclarar las distintas posturas en la campaña electoral, «pero, simplemente, debe existir una voluntad de compromiso».
La semana anterior, Merkel reprobó a su partido de centroderecha, la Unión Demócrata (CDU), que actualmente se encuentra en la oposición junto a su hermana socialcristiana bávara CSU, por respaldar una propuesta en el Parlamento para reformas radicales en la política migratoria con el apoyo del partido ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), lo que permitió alcanzar una mayoría con tal coalición «por primera vez en un voto en el Bundestag alemán».
El suceso generó controversia y manifestaciones a nivel nacional, debido a la ruptura de lo que los alemanes denominan «cortafuegos» o «cordón sanitario» contra la ultraderecha, en el país que se atribuye al Holocausto y la exigencia de que algo de este tipo nunca vuelva a suceder.
Merkel justificó sus reproches a Merz por aceptar una mayoría con los votos de AfD, dado que recibió múltiples consultas de periodistas y sintió la urgencia de expresarse. No había notificado a Merz previamente y, «usualmente, no me involucro en conflictos políticos habituales, pero consideré que este era un asunto de gran relevancia», afirmó.
Una solución europea al «problema de los refugiados»
La excanciller cuestionó las iniciativas del CDU/CSU de acoger a los refugiados en las fronteras de Alemania. Pese a todas las críticas hacia su propia política, aún mantiene la certeza de que «el problema de los refugiados debe solucionarse de manera europea, no en el límite interno de Alemania, sino en el límite exterior de Europa y en conversaciones con los países de procedencia», sostuvo la política de la CDU. Según las encuestas, algo parece alinearse con la mayoría de los alemanes.
Además, rechazó las críticas del aspirante a canciller de la Unión, Friedrich Merz, quien desde 2015 criticó la política de refugiados durante su gestión: «No considero que la política de refugiados en los últimos diez años haya sido un error»
No obstante, admitió que todavía hay mucho por progresar, especialmente en lo que respecta a hacer efectivas las órdenes de egreso del país y la digitalización de las oficinas de inmigración. «Es imprescindible realizar más y tal vez podríamos haber actuado con mayor rapidez aquí y allá.» ¿Pero, un desastre? «No puedo entenderlo», añadió.
Frente a la actual polarización, sostuvo, es imprescindible retornar a un estado en el que sea factible alcanzar pactos. «No diría nada si no expresara: estoy algo inquieta por la habilidad de compromiso de los partidos democráticos y su unidad», finalizó.



