Eusebio Andrade, un apasionado docente y músico nacido en el corregimiento de San Antonio de Guajui, se convirtió en una figura clave para la recuperación de las tradiciones culturales y musicales del municipio de Guapi, gracias a su trabajo en el programa Foniñez.
Andrade inició su labor en 2010 con tan solo 12 niños, a quienes enseñó a tocar instrumentos como trombón, trompeta, guitarra y tradicionales como bombo, marimba, cununo y flautas dulces.
Su dedicación y disciplina lograron que el grupo creciera significativamente, alcanzando más de 130 niños y niñas, revitalizando las raíces musicales del Pacífico colombiano.
El maestro relató cómo su trabajo contribuyó a la recuperación de las fiestas patronales de Guapi, que habían caído en el olvido.
Gracias a las enseñanzas musicales impartidas a los niños, se reactivaron las alboradas, vísperas de celebración de diciembre, procesiones y el turismo cultural.
Además, Andrade inculcaba valores como la responsabilidad, el respeto y el amor por la música en cada uno de sus alumnos. Uno de los hitos más memorables de su carrera, ocurrió cuando un cardenal enviado desde Roma visitó Guapi. Andrade y los niños de Jornada Escolar Complementaria, ensayaron con esfuerzo y disciplina el Himno de Roma, logrando una presentación impecable que los convirtió en invitados regulares a actos religiosos en el municipio. “Nos dijeron que teníamos que cantar y tocar el himno de Roma, yo pedí la partitura y empezamos a trabajar fuertemente con los niños de Jornada Escolar Complementaria, cuando llegó el día, la presentación fue maravillosa, y de ahí en adelante, los niños de Comfacauca hacían presencia en todos los actos religiosos” mencionó, Andrade.
El trabajo de Eusebio Andrade dejó huellas imborrables en sus alumnos, muchos de los cuales hoy son músicos profesionales. Algunos, ahora adultos, tienen orquestas propias y residen en ciudades como Bogotá, París y España, llevando consigo las tradiciones musicales inculcadas por su maestro.


