Estudio suizo revela: besar a un perro podría ser más higiénico que besar a un hombre con barba

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Una investigación reciente desarrollada por una clínica suiza encontró que el vello facial masculino puede albergar una carga bacteriana mayor que el pelaje de los perros, lo que lleva a la sorprendente conclusión de que, en términos de higiene, besar a algunos hombres con barba podría conllevar más riesgo que dar un beso a un perro.

El estudio analizó muestras tomadas de 18 hombres barbudos y de 30 perros de distintas razas. En los hombres se hallaron niveles elevados de microorganismos potencialmente patógenos en 7 de las 18 barbas; en cambio, en los perros, solo 4 de los 30 animales mostraron ese tipo de gérmenes. Los investigadores también examinaron las superficies de máquinas de resonancia magnética después de su uso por humanos con barba y por perros, encontrando que los aparatos usados por humanos tenían una contaminación bacteriana más alta, incluso después de una limpieza rutinaria.

Los especialistas explican que la barba funciona como una “esponja bacteriana”: la combinación del vello más grueso, la proximidad a la boca y nariz, y el contacto frecuente con las manos y restos de comida, favorecen la acumulación de bacterias. En contraste, aunque los perros pueden portar gérmenes, su pelaje en las zonas analizadas mostró menor presencia de microorganismos patógenos humanos.

Sin embargo, los autores del estudio advierten que esto no significa que todas las barbas sean antihigiénicas ni que todos los perros estén libres de gérmenes. Una buena rutina de limpieza facial o del vello puede reducir mucho el riesgo, al igual que una higiene adecuada de las mascotas sigue siendo fundamental.

En definitiva, esta investigación plantea una reflexión sobre cómo nuestra percepción de higiene puede no coincidir siempre con la realidad, y subraya que los hábitos de limpieza personal y de los animales de compañía son claves para una convivencia saludable.


Compartir en