Estos son los excéntricos lujos de la mamá de Lyan Hortúa comprados, presuntamente, con dineros ilícitos de Los Rastrojos

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Lyan Hortúa, un niño de 11 años secuestrado en Jamundí, Valle del Cauca, fue liberado el pasado miércoles 21 de mayo de 2025, tras 18 días de incertidumbre y angustia. El caso, que inicialmente conmovió al país por el sufrimiento de su madre, Angie Bonilla, tomó un giro inesperado al revelarse detalles sobre los motivos detrás del secuestro, vinculados a deudas y ajustes de cuentas relacionados con el clan de Diego Rastrojo, un conocido grupo criminal.

El secuestro del menor no fue un acto aislado, sino que estuvo relacionado con una deuda que la familia del menor tendría con miembros de este clan. Las autoridades señalaron que Angie Bonilla, madre del niño, habría sido testaferro del capo Diego Rastrojo, quien creía que ella le debía una suma de $37.000 millones. Esta deuda habría sido el detonante para que los narcotraficantes ordenaran el secuestro, inicialmente planeado para capturar a Bonilla o a su pareja actual, un hombre dedicado al negocio de joyas. Sin embargo, al no encontrarlos en casa, los secuestradores optaron por llevarse al niño.

Durante los días de cautiverio de Lyan, Angie Bonilla se convirtió en el rostro visible del drama, apareciendo en los medios para pedir la liberación de su hijo. En una de sus declaraciones, visiblemente afectada, expresó: “Esto es la muerte en vida porque es una pérdida de un hijo que no sé en qué condiciones está. Son 16 noches donde las horas se hacen eternas, donde las noches son vastas, donde los días son oscuros; esto es una pesadilla”. Su clamor resonó en todo el país, generando una ola de solidaridad.

Tras la liberación del menor, Bonilla agradeció a quienes apoyaron la causa y compartió detalles sobre el estado emocional de su hijo. Según sus palabras, Lyan estaba “muy nervioso, muy ansioso, está muy asustado, es normal. Es tiempo de abrazar, con amor”. Sin embargo, la familia también reveló que habían tenido que pagar un rescate millonario para asegurar su liberación, lo que los dejó endeudados.

Una vez se conoció la noticia del pago, circuló el perfil de Angie Bonilla, que también es conocida como Barbie Vanessa en redes sociales, donde cuenta con más de 132.000 seguidores en Instagram.

En esta plataforma, donde se presenta como influenciadora, comparte imágenes que reflejan un estilo de vida lujoso, incluyendo un convertible rosado y prendas llamativas. En una de las publicaciones, su cuñado aparece pintando de rosado una camioneta y decorándola con stickers de Barbie, lo que ella toma con humor mientras se deja grabar.

Así mismo, tiene publicaciones de viajes a varios países de Europa como Francia, donde visitó Niza y París. En las fotos de la travesía en el viejo continente mostró a sus seguidores un excéntrico anillo de diamantes.


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