Esto se sabe de la docente asesinada en Castillo de Salgar: Un trágico episodio sacudió la madrugada del jueves en Puerto Colombia, cerca del Castillo de Salgar. Hacia las 2 a. m., un intercambio de disparos entre vigilantes de un conjunto residencial y los ocupantes de una camioneta Duster dejó como saldo la muerte de la docente pensionada Lissi Judith Camargo Noriega, de 63 años. En el hecho también resultó herido su yerno, Ángel José Daza Cuello, quien conducía el vehículo. Las autoridades informaron que el excongresista Gerardo Vecino Villarreal, residente del conjunto y acompañado por un escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), también habría participado en el tiroteo.
El general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó que, tras la inspección del lugar, hallaron evidencias del uso de varias armas de fuego. “Determinamos que no solo se usaron revólveres de los vigilantes, sino también una pistola, presumiblemente propiedad del conductor de la UNP que acompañaba al excongresista”, afirmó. La investigación, que inició de oficio, cobró mayor relevancia tras el fallecimiento de la profesora Camargo mientras era atendida en la Clínica Portoazul por dos impactos de bala en la cabeza.
Esto se sabe de la docente asesinada en Castillo de Salgar
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Según relató Vecino a las autoridades, creyó que su vida corría peligro luego de notar que una camioneta Duster lo seguía durante varios minutos tras haber sobrepasado ese vehículo estacionado. Por eso, afirmó que alertó a los vigilantes del conjunto antes de ingresar a su residencia. Sin embargo, versiones de testigos y un video de seguridad revelaron que los ocupantes de la Duster —la docente y su yerno— no representaban ninguna amenaza y que, de hecho, solo buscaban comprar medicamentos en plena madrugada.
El video analizado por la Policía muestra cómo la camioneta Duster se acercó al conjunto poco después del ingreso del excongresista. Acto seguido, los vigilantes y el escolta de la UNP abrieron fuego contra el vehículo, sin que los ocupantes estuvieran armados. Las imágenes evidencian que el ataque fue unilateral, pues la Policía no encontró ningún tipo de arma en el interior de la Duster. Esto refuerza la hipótesis de que se trató de un error fatal provocado por un malentendido y una presunta reacción desproporcionada.
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Ante el horror vivido, familiares de las víctimas exigen justicia. Denuncian que su madre y esposo eran personas de bien y que fueron tratados como delincuentes. “Les dispararon como si fueran unos bandidos, cuando solo iban por unas medicinas”, declaró un pariente. La familia exige que el caso no quede impune y que se sancione a todos los responsables por un hecho que califican de brutal y negligente. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer lo ocurrido y determinar responsabilidades tanto de los vigilantes como del funcionario de la UNP.
