Los síntomas causados por la variante Ómicron de la COVID-19 son muy similares a los de un resfriado o una gripe común: fiebre, dolor de cabeza y de garganta, tos y mucosidad.
Un tiempo menor de incubación
El período de incubación es el plazo de tiempo que transcurre desde que un individuo se infecta, se contagia, y aparecen los primeros síntomas de la enfermedad.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias indicaban que, de media, los primeros signos del COVID-19 aparecían unos cinco o seis días después de haber estado en contacto por primera vez con el virus, aunque este periodo podía alargarse hasta dos semanas.
Sin embargo, la nueva variante podría haber reducido ese periodo de incubación. De hecho, un estudio publicado por el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) y llevado a cabo por el Instituto Noruego de Salud Pública (NIPH) tras un contagio masivo producido en una fiesta de Navidad en Oslo parece demostrarlo.
Como indican, suponiendo que la exposición se produjera en la fiesta, el período de incubación de los casos sintomáticos osciló entre 0 y 8 días, con una mediana de 3 días. El estudio contó con 81 personas que se contagiaron con Ómicron en ese evento, al cual asistieron un total de 117 personas.
Según se indica en la publicación, este periodo de incubación es corto en comparación con informes anteriores para Delta y otras variantes del SARS-CoV-2 que circularon con anterioridad.




