El presidente Gustavo Petro afirmó que Colombia atraviesa un “gran despeje económico”, un proceso que, según él, está ligado a las reformas sociales de su Gobierno y a la transición energética. El mandatario aseguró que el crecimiento económico debe ir acompañado de justicia social, equidad y mayor democratización. En ese sentido, reiteró que su meta no es solo expandir la economía, sino hacerlo de forma sostenible e incluyente.
En un mensaje publicado en su cuenta de X, Petro llamó al empresariado agrario e industrial a acelerar la descarbonización de la economía y aprovechar el potencial de las energías limpias como motor de desarrollo. Además, anunció que se impulsarán créditos de la banca pública dirigidos a pequeños industriales, exportadores de alta tecnología y jóvenes emprendedores, especialmente aquellos que se organicen en cooperativas de alto valor agregado.
El presidente también vinculó este proceso al desarrollo rural y educativo. Ratificó que la reforma agraria busca convertir a Colombia en la “despensa alimentaria” tanto para su propia población como para el mercado internacional. Asimismo, insistió en que la universidad pública y la conectividad digital deben llegar a todas las regiones, incluyendo territorios apartados como la Amazonía y la Orinoquía, integrando estas zonas al crecimiento económico nacional.
Las declaraciones de Petro coincidieron con un análisis del sector financiero. Juan Carlos Mora Uribe, presidente y CEO de Bancolombia, señaló que la economía colombiana “se ha estado comportando mejor” en lo corrido de 2025. Según Mora, el consumo se ha fortalecido, con un mayor uso de tarjetas de crédito y créditos de consumo, y una mejora sustancial en la cartera vencida. Con base en esos indicadores, Bancolombia estima un crecimiento del 2,8% en el trimestre y del 2,6% para todo el año 2025, una cifra considerada positiva dentro del contexto actual.
El directivo destacó también que los medianos y grandes negocios están incrementando sus ventas, lo que refuerza la percepción de una recuperación económica en curso, pese a la polarización política que caracteriza al país.
En conclusión, tanto el Gobierno como el sector financiero coinciden en que la economía colombiana muestra signos de resiliencia y recuperación. Mientras el Ejecutivo atribuye el buen momento a las reformas sociales, la transición energética y la inversión en educación y conectividad, Bancolombia lo relaciona con el repunte del consumo interno, el pago más oportuno de las deudas y la mejora en la cartera crediticia. Ambos enfoques, aunque distintos, apuntan a un escenario en el que la economía crece de forma moderada y con perspectivas de consolidación.




