Estados Unidos y China analizan la creación de una línea directa de comunicación militar con el fin de reducir tensiones y evitar posibles conflictos entre ambas potencias. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, informó que durante sus recientes reuniones con su homólogo chino, Dong Jun, coincidieron en la necesidad de establecer este canal, que permitiría resolver incidentes sin recurrir a la confrontación. Ambos países se comprometieron a seguir tratando el tema en futuros encuentros diplomáticos.
El diálogo entre Hegseth y Dong tuvo lugar en Malasia, en el marco de la cumbre de Defensa de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus aliados, conocida como ADMM-Plus. Según el funcionario estadounidense, la conversación fue “positiva” y se centró en promover la paz y la estabilidad. En redes sociales, Hegseth subrayó que tanto él como su homólogo chino compartieron la idea de que el respeto mutuo y las relaciones constructivas son fundamentales para el equilibrio internacional.
El secretario de Defensa estadounidense destacó que esta propuesta sigue la línea marcada por el presidente Donald Trump, quien ha insistido en mantener la “paz mediante la fuerza”. Hegseth recalcó que la comunicación directa entre ambos ejércitos evitaría malentendidos o provocaciones que pudieran escalar en conflictos mayores. Finalizó su mensaje en X con un gesto diplomático inusual: “¡Que Dios bendiga a China y a Estados Unidos!”. Hasta el momento, los medios oficiales chinos no han emitido comentarios sobre el anuncio.
La reunión de Malasia fue significativa porque reemplazó un encuentro que no llegó a realizarse en el foro de Defensa Shangri-La en Singapur, debido a la ausencia del ministro chino. Durante la conversación, Hegseth expresó la preocupación de Washington por las maniobras militares de China en torno a Taiwán, una isla que el gigante asiático considera parte de su territorio. El funcionario estadounidense reiteró que la estabilidad del estrecho de Taiwán es clave para la seguridad regional.
En paralelo, el presidente Donald Trump afirmó en una entrevista con la cadena CBS que Xi Jinping conoce perfectamente las “consecuencias” que enfrentaría China si decide actuar militarmente contra Taiwán. Aunque el tema no fue tratado en la reciente cumbre de Busan, Trump aseguró que durante su mandato el líder chino “nunca mencionó” un posible escenario de invasión.
Finalmente, el mandatario estadounidense evitó detallar cuál sería la respuesta de Washington en caso de un ataque chino a Taiwán. “No puedo revelar mis secretos”, declaró, señalando que “el otro lado lo sabe”. Trump insistió en que Xi comprende los riesgos de una confrontación y que la firmeza de su administración ha disuadido cualquier intento de agresión. Con este mensaje, Estados Unidos reafirma su posición de mantener la paz mediante la fuerza y la diplomacia estratégica.



