Se restablece la misión diplomática tras la salida temporal del embajador, pero persisten “preocupaciones persistentes” por comentarios del presidente Petro.
El martes 8 de julio, Estados Unidos retornó al embajador interino John McNamara a Bogotá, luego de haberlo retirado tras quejas por declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien había insinuado la posible participación de funcionarios estadounidenses en intentos de desestabilizar su gobierno.
Aunque Petro se retractó, McNamara volvió con “preocupaciones persistentes” sobre la retórica oficial y llamó a ambos países a evitar una escalada que impacte el comercio bilateral y la cooperación en seguridad, migración y narcotráfico.
El embajador colombiano en Washington, Daniel García‑Peña, también buscó enfriar tensiones y reiteró la intención de mantener una alianza estratégica, pese a las diferencias recientes. Este episodio refleja una etapa de tensión diplomática que podría influir en la relación comercial, ya que EE.UU. es el destino del 30 % de las exportaciones colombianas.




