
En un comunicado oficial compartido por la Embajada de Estados Unidos en Colombia, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense anunció hoy medidas migratorias más estrictas, aplicables a todos los extranjeros, independientemente de su nacionalidad. Estas acciones buscan hacer frente al incremento dramático en la llegada de migrantes irregulares a la frontera sur de Estados Unidos.
A partir de octubre, los vuelos directos de deportación a Venezuela desde Estados Unidos fueron reanudados. Esta decisión se tomó luego de que el Gobierno de Nicolás Maduro acordara la «repatriación directa» de ciudadanos venezolanos que habían ingresado irregularmente a Estados Unidos. Esta medida marca un cambio significativo en las políticas de inmigración, buscando abordar la compleja situación migratoria en la región.
En el último año, los agentes fronterizos estadounidenses reportaron más de 2,4 millones de encuentros con migrantes en la frontera sur. Entre los diez países con mayor número de detenciones por parte de las autoridades migratorias en Estados Unidos, se encuentran: Nicaragua, México, Perú, Turquía, Honduras, Venezuela, Guatemala, Ecuador y El Salvador.
Las nuevas medidas incluyen controles más estrictos en los puntos de entrada y la intensificación de la colaboración con los gobiernos de los países afectados para abordar las causas fundamentales de la migración. Estados Unidos busca así equilibrar la necesidad de mantener la seguridad fronteriza con la gestión humanitaria de la migración, manteniendo un enfoque integral en la resolución de esta compleja problemática.




