El Departamento de Justicia de EE. UU. presentó una demanda contra Adobe, acusando a la empresa de ocultar tarifas de cancelación y dificultar deliberadamente la cancelación de suscripciones a sus servicios digitales, como Adobe Creative Cloud. Según el gobierno, estas prácticas violan los derechos de los consumidores y forman parte de un esquema para retener suscriptores mediante tácticas poco transparentes.
Adobe respondió rechazando los señalamientos y asegurando que su proceso de cancelación cumple con las regulaciones vigentes. No obstante, el caso podría marcar un precedente importante para otras grandes compañías tecnológicas que han sido criticadas por modelos de suscripción considerados abusivos o poco claros. La demanda busca imponer sanciones económicas y ordenar cambios estructurales en el modelo de atención al cliente de la empresa.
