El Deportes Tolima volvió a hacer respetar su casa en la Liga BetPlay 2 2025 y derrotó 3-1 a Millonarios en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué. Con este resultado, el equipo ‘Pijao’ extendió una racha impresionante: ya son 12 años, dos meses y 19 días sin conocer la derrota frente al cuadro capitalino en condición de local, acumulando 15 partidos consecutivos sin caer.
Enfrentamientos
El registro se remonta al 26 de mayo de 2013, la última vez que los ‘embajadores’ celebraron en la capital musical, cuando bajo la dirección técnica de Hernán Torres y con goles de Erik Moreno y Freddy Montero, vencieron 1-2 al Tolima. Desde entonces, la historia ha cambiado por completo: nueve victorias para los ‘vinotinto y oro’ y seis empates en 15 enfrentamientos.
Este invicto ha trascendido más allá de lo deportivo. Mientras Millonarios sigue sin poder romper la mala racha en Ibagué.
Historia
La victoria del domingo en la capital musical, entonces, no solo tiene un valor estadístico, sino también simbólico frente al tiempo transcurrido.
Así, cada triunfo del Tolima frente a Millonarios en el Murillo Toro reafirma un dominio que ya se convirtió en estadística histórica. Mientras los capitalinos buscan romper con el maleficio, la afición ‘Pijao’ celebra un invicto que parece no tener fecha de caducidad y que se ha transformado en parte de la identidad del club en la Liga Bet Play.
En cada partido, la historia reciente pesa y genera un ambiente de confianza que se respira en la tribuna y contagia al plantel. Hoy, la supremacía del Tolima en casa es parte de su esencia y una marca que parece destinada a prolongarse.
Tradición
La victoria ante Millonarios no es un resultado aislado, sino la confirmación de un ciclo de hegemonía en el Murillo Toro. El Tolima ha sabido convertir su estadio en una muralla histórica donde los capitalinos siempre tropiezan. Cada triunfo fortalece una narrativa de respeto y orgullo que trasciende generaciones. Para Millonarios, romper la maldición se ha convertido en un reto psicológico; para Tolima, en cambio, defender el invicto es sinónimo de identidad y tradición.




