La inseguridad en Bogotá sigue cobrando vidas. La tarde del viernes 7 de marzo, dos taxistas fueron asesinados en diferentes puntos de la ciudad en un lapso menor a cinco horas. Uno de los homicidios ocurrió en la llamada ‘Curva del Diablo’, en Mochuelo (Ciudad Bolívar), mientras que el otro tuvo lugar en la localidad de Fontibón. Los hechos generaron indignación entre los conductores, quienes realizaron un plantón en la Avenida Boyacá como protesta por la creciente violencia contra su gremio.
‘Curva del Diablo’
El primer crimen se registró alrededor de las 3:00 pm en el sector de Mochuelo, en Ciudad Bolívar. Ciudadanos alertaron a las autoridades tras encontrar un taxi abandonado con las puertas abiertas, obstaculizando la vía. Al acercarse al vehículo, los testigos encontraron en su interior a un joven con una herida de bala en la cabeza.
La víctima fue identificada como Jonathan David Arias, un taxista de 20 años. Videos que circularon en redes sociales muestran que la ventana del conductor estaba rota, lo que sugiere que el ataque ocurrió mientras la víctima aún estaba en el auto.
La Policía llegó al lugar y acordonó la zona para realizar la respectiva inspección y permitir el trabajo de los peritos de investigación criminal. Hasta el momento, no se han confirmado los motivos del asesinato ni si se trató de un intento de robo.
Otro taxista fue asesinado en Fontibón
Horas después, otro taxista, identificado como Dylan Alexis Garzón Perdomo, fue asesinado en la localidad de Fontibón, lo que levantó la preocupación del gremio. Aunque las autoridades aún no han revelado detalles sobre este segundo homicidio, la noticia rápidamente se difundió entre los conductores, quienes organizaron una protesta esa misma noche.
Protesta del gremio
La indignación por los homicidios llevó a un grupo de aproximadamente 50 taxistas a bloquear la Avenida Boyacá, a la altura de la carrera 24, cerca del Portal de Tunal. La movilización provocó un colapso total en la zona, afectando la movilidad de vehículos de carga, transporte público y particulares.
Los manifestantes denunciaron que los hechos de inseguridad han aumentado en las últimas semanas y que la percepción de peligro entre los taxistas es cada vez mayor. Exigieron a las autoridades mayores esfuerzos para garantizar su seguridad.
Gracias a la mediación de las autoridades, el bloqueo se despejó alrededor de la medianoche y la movilidad se restableció. Sin embargo, al menos cuatro colectivos de taxistas aseguraron que seguirán exigiendo medidas contundentes para frenar la violencia contra su gremio.
Las investigaciones sobre ambos homicidios continúan en curso, mientras los taxistas esperan respuestas y soluciones por parte de las autoridades.
