Parece increíble pero todo forma parte de una realidad que será recordada con dolor y remordimiento. Es la cruel historia de una joven que fue abusada por tres policías en la provincia de San Luis, Argentina.
Ella, una chica humilde que intentaba vender productos artesanales en una feria. Ellos, tres hombres pertenecientes a la línea de agentes de la ley que deben, desde sus estrictas pautas éticas, proteger a los habitantes de la ciudad.
«Estoy viva… y quiero gritar. Lo logré y estoy dispuesta a hablar y sentarme a contar todo lo que me hicieron», son las primeras palabras que reveló a los medios locales al verse afectada por esta agresión sexual.
Todo comenzó con la esperanza de mejorar su calidad de vida y decidió viajar a un pequeño pueblo desde San Luis a Villa La Quebrada, para inscribirse en una exposición donde pretendía vender productos elaborados por ella misma. Pero sus objetivos dieron un giro de 180 grados.
Cuenta que cuando llegó al lugar, una fuerte lluvia la obligó a refugiarse en un salón donde estaban otras personas. Allí, en ese mismo lugar, comenzó su calvario.
Los minutos pasaban y el torrencial no dejaba de caer en la ciudad. Entre las personas que también buscaban refugio había un grupo de hombres, vestidos con sus uniformes y portando sus armas, que con palabras ofensivas empezaron a acosarla y se la llevaron detenida, acusándola de presunta manipulación y pago con billetes falsos.
Al llegar a la comisaría, tres de estos individuos, uno de ellos el jefe de servicio y dos agentes comenzaron a violarla y torturarla. «Como quise defenderme, les di patadas y les mordí. Luego uno me golpeó y el otro me violó, y así se fueron turnando. El que no me violaba se burlaba de mí y jugaba con mi sujetadores y mis cucos», relató.
«Si una mujer policía no entraba en el lugar donde abusaban de mí y lo veía todo, yo estaría muerta, desaparecida. Su entrada me salvó», dijo.
«Me rompieron todo, pero estoy viva y quiero gritar, lo logré, estoy viva, dispuesta a hablar, a sentarme y contar todo lo que me hicieron. Quiero vivir, ver que los que me rompieron no podrán hacerlo con otra persona».
Estas fueron algunas de las tristes vivencias de la joven cuyo nombre no fue revelado para proteger su integridad.
Por este caso, los tres policías, que serán sometidos a juicio el 29 de marzo y son responsables de las múltiples lesiones en el útero de la mujer, están tras las rejas y son acusados del delito de abuso sexual.