Debido a la temporada invernal y la presencia de aguas de escorrentía e infiltración, se activó un movimiento en masa en la parte alta del talud ubicado entre el kilómetro 18+300 y el kilómetro 18+600, lo que generó un desprendimiento de material que bloqueó los cuatro carriles de la vía. Desde la madrugada del pasado sábado se implementó el Plan de Atención de Emergencia, empleando maquinaria pesada que ha logrado remover aproximadamente 4.549 m³ en el costado Villavicencio y 2.200 m³ en el costado Bogotá, donde se mantiene un perímetro acordonado.
Las labores de remoción se realizan con 22 volquetas doble troque, una volqueta sencilla, dos cargadores, dos excavadoras SK210, una excavadora SK75, una excavadora 350, y cerca de 40 colaboradores. Sin embargo, el empuje constante del deslizamiento vuelve a obstaculizar la vía.
El lunes 8 de septiembre, se llevó a cabo una visita técnica con personal de la Unidad de Gestión del Riesgo de Cundinamarca, la Alcaldía de Chipaque, Bomberos, Agencia Nacional de Infraestructura, interventores y representantes de la comunidad para reconocer el área afectada e iniciar la evaluación del fenómeno, el cual es ajeno a la responsabilidad del concesionario.
Es importante destacar que este deslizamiento, de rápido movimiento, ocurre en un terreno de alta pendiente con tendencia natural a la inestabilidad.
Por ahora, el cierre total del sector continúa, con puntos de control ubicados en el kilómetro 0+000, sector El Uval, en sentido Bogotá – Villavicencio, y en el kilómetro 82+700, sector Buenavista, en sentido Villavicencio – Bogotá. En el peaje de Pipiral, la DITRA realiza controles y verifica información para permitir la movilidad local hacia Guayabetal, Quetame y Cáqueza.




