La Plaza de La 21 es reconocida por ser uno de los principales puntos de comercio de frutas, carnes y verduras en Ibagué. Sin embargo, este centro de acopio ofrece mucho más que productos de la canasta familiar. En sus pasillos, los visitantes también pueden encontrar ropa, calzado y una gran variedad de artículos de excelente calidad y a precios accesibles para todos los bolsillos.
Uno de los ejemplos de esta diversidad comercial es Rosa Martínez, adjudicataria de la plaza, quien lleva más de 50 años ofreciendo calzado a los ibaguereños. “Hace 50 años estoy en este sitio y vendo calzado. Me gustaría que la gente de Ibagué nos tenga en cuenta, que volvieran a esta plaza que ha mejorado muchísimo, para que vengan y nos compren. Yo vendo zapatillas, tenis, zapatos colegiales, chanclas y muchos otros artículos”, comentó la comerciante.
En el módulo 12, decenas de emprendedores locales trabajan día a día para sostener a sus familias, ofreciendo una amplia variedad de productos que se ajustan a las necesidades y presupuestos de los clientes. Además, la plaza ya cuenta con todos los métodos de pago, lo que facilita las compras y atrae a más visitantes.
Rosa destaca que la relación entre calidad y precio es uno de los mayores atractivos del lugar: “Aquí tenemos chanclas desde $10.000, zapatos hasta de $120.000, botas, zapatillas de $70.000; hay artículos de muy buena calidad y a muy bajos precios”, agregó.
Por su parte, es de resaltar que la percepción de inseguridad en los alrededores de la Plaza de La 21 ha generado que muchos ibaguereños eviten visitar este importante centro de comercio. La presencia de consumidores de estupefacientes y hechos de delincuencia común han creado un ambiente que espanta a potenciales compradores, afectando directamente las ventas de los comerciantes que dependen de este espacio para su sustento diario. A pesar de la calidad y variedad de productos que se ofrecen, la falta de control sobre estas problemáticas sociales ha reducido la afluencia de clientes.
La Plaza de La 21 no solo es un punto de abastecimiento, sino también un espacio de tradición y oportunidades para pequeños comerciantes que mantienen vivo este histórico mercado. Con una oferta variada y accesible, se invita a la ciudadanía a redescubrirlo y apoyar el esfuerzo de quienes lo han convertido en su proyecto de vida.




