El drama por la escasez de agua en Coyaima volvió a encender las alarmas. Esta vez, fue el propio Ministerio de Vivienda el que decidió poner la lupa sobre la crisis hídrica que atormenta a cientos de familias indígenas. Una comisión de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) llegó hasta el resguardo La Tutira Bonanza, donde escuchó las quejas de los habitantes, cansados de sobrevivir entre promesas rotas y proyectos inconclusos.
La delegación, encabezada por la comisionada Ruth Maritza Quevedo, sostuvo un encuentro cara a cara con líderes indígenas y autoridades locales, quienes no dudaron en recalcar que el agua sigue siendo un privilegio, no un derecho garantizado. Durante la jornada, el diputado Carlos Reyes puso sobre la mesa tres exigencias claras: que se defina de una vez por todas el futuro de la tercera fase del distrito de riego del Triángulo del Tolima y se termine la obra; que Coyaima sea modelo nacional en el ordenamiento del territorio alrededor del agua; y que se gestionen estudios urgentes para construir un acueducto que beneficie a veredas y cabildos indígenas.
El Ministerio de Vivienda aseguró que estos acercamientos son vitales para diseñar políticas públicas que realmente respondan a las necesidades del campo. Pero, mientras tanto, los habitantes de Coyaima siguen esperando soluciones concretas, con la esperanza de que esta nueva visita no termine siendo otra reunión más cargada de discursos y sin agua en los grifos.




