Asesinato del fiscal de Paraguay, Marcelo Pecci, destapó una olla podrida que salpica hasta Uruguay. Luis Lacalle Pou, presidente del Uruguay, enfrenta lo que puede ser su primer frente de tormenta y luego que su gabinete presente inconsistencias en un asunto que decidió enfrentar con firmeza durante la campaña. El crimen organizado que se financia del narcotráfico.
Pecci fue asesinado a tiros por sicarios en la isla de Barú, Cartagena, y mientras estaba disfrutando de la Luna de Miel con su esposa.
«La investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci cometido por el narcotraficante uruguayo Marset en territorio colombiano demuestra que hace mucho el narcotráfico dejó de ser un problema bilateral colombo-estadounidense y es hoy un problema americano y mundial», afirmó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su cuenta de Twitter.
Sebastián Enrique Marset Cabrera es un ciudadano uruguayo de 31 años que se encuentra prófugo de la justicia paraguaya y es investigado por presuntos vínculos con el tráfico internacional de drogas.
En 2013 fue detenido y condenado en su país por ser coautor de tres delitos de tráfico de estupefacientes y, una vez recuperada su libertad, supo recorrer varios países de Sudamérica donde, se cree, aceitó influencias dentro del mundo del crimen organizado.
En octubre del año pasado resultó detenido en Emiratos Árabes Unidos por utilizar un pasaporte paraguayo fraguado. Es en ese momento de la historia en el que aparece el Gobierno uruguayo.
Sin documentos:
El escándalo explotó en las manos del Gobierno de Lacalle Pou la semana pasada, cuando se conoció que el Ministerio del Interior expidió en noviembre de 2021 un pasaporte a nombre de Marset que le fue entregado en mano en una cárcel de Dubai, gracias al envío realizado por la cancillería, y mientras era investigado como uno de los narcos más importantes del cono sur americano.
Con ese documento Marset quedó libre, aunque buscado por Interpol.
Es por ello que el lunes fueron interpelados en el Palacio Legislativo de esta capital los ministros Luis Alberto Heber, del Interior, Francisco Bustillo, de Relaciones Exteriores -además de la subsecretaria de Interior, Carolina Ache Batlle-, carteras que en marzo de este año se atribuyeron en forma mutua las responsabilidades por la concesión del pasaporte al narco.
Tal descoordinación quedó zanjada, al menos discursivamente, en deslindar las responsabilidades a un decreto firmado en 2014 por el expresidente José Mujica (2010-2015), que modificó los requisitos para conceder documentos oficiales a uruguayos que estén en el exterior, por lo que, en palabras de Heber, el Gobierno uruguayo actuó conforme a derecho y esa misma estrategia usaron en la interpelación.
«La disconformidad más grande es que no nos pudieron convencer de que no había otro camino del que se siguió», dijo a la Agencia Sputnik la senadora Liliam Kechichian, del opositor Frente Amplio (centroizquierda).
«El Gobierno asegura que no tenía más remedio que entregarle el pasaporte, que estaban atados por un decreto, y ese decreto este Gobierno ya lo habían modificado por otros temas y sin embargo se les pasó un tema que ahora consideran tan grave».
Heber indicó que «antes de que Bustillo advirtiera: «Cuando se gestionó el pasaporte no sabíamos que era un narco, tampoco tenía causa abierta ni requisitoria internacional (…) En ese momento, era un uruguayo más».
Este es el punto que más dudas le genera a Kechichian: «Nos causó sorpresa que el canciller nos diga que hasta noviembre o diciembre del año pasado nadie sabía quién era Marset, y que digan que recién en marzo se enteraron de todo el procedimiento. Parece increíble, porque no hay 80 personas presas en Emiratos Árabes, había una, y por otro lado tenia profusos antecedentes no solo en Uruguay».
«Con solo googlear se hubieran enterado a que persona le estaban entregando el pasaporte», reafirma la legisladora.
En ese sentido, el Poder Ejecutivo, desde el silencio público, decidió la destitución del subdirector de la Dirección Nacional de Identificación Civil, Alberto Lacoste.
«No hay que cortar el hilo más fino», plantea Kechichian en relación al cese de Lacoste, y exige la aparición en escena de la secretaria de inteligencia.
Otro silencio que sorprende a la senadora es el del propio presidente Lacalle Pou, quien en los últimos meses superó la barrera del 40 por ciento de desaprobación por primera vez desde su asunción, en marzo de 2020, y ya no parecen alcanzarle la estrategia de desplegar su carisma en cada aparición pública.
«Sí me sorprende el silencio del presidente porque estamos ante un presidente que opina de todo, del tiempo, de la temperatura, del fútbol, del surf, de un programa, de música… y por lo tanto me sorprende que ante un tema de esta envergadura no haya dado su opinión», puntualizó la legisladora.
Mientras tanto Marset continúa prófugo y con pedido de captura internacional. Algunos creen que está en África, según lo informó Sputnik.
?#AHORA? El uruguayo Sebastián Marset rompió el silencio y dio su versión desde el exterior del país, tras recibir un pasaporte uruguayo que le permitió salir de prisión en Dubái.
Marset envió a @TelenocheUy su pasaporte y el documento corresponde al otorgado por Cancillería. pic.twitter.com/BdO48QFPBe
— Telenoche (@TelenocheUy) August 18, 2022
?️»Cuando digo que no conocíamos a Marset, es claro que no lo digo en sentido literal, sino figurado.
Todos sabemos que el Marset de marzo no es el Marset de octubre.
Para nuestro país y nuestra normativa, Marset era un uruguayo con los mismos derechos que otros». pic.twitter.com/LnJS84VSdk
— Cancillería Uruguay ?? (@MRREE_Uruguay) August 23, 2022



