El Fondo Emprender, vendido como la clave para el emprendimiento en Colombia, se ha convertido en un símbolo de negligencia administrativa y desperdicio de recursos públicos.
Durante los años de dirección de Jorge Eduardo Londoño en el SENA, hasta 2024, la entidad ha enfrentado una grave controversia a raíz de los hallazgos realizados por la Contraloría General de la República sobre irregularidades en el manejo de los recursos destinados a diversos proyectos. En una auditoría realizada entre 2020 y 2024, se identificaron 16 hallazgos disciplinarios, dos de los cuales tienen implicaciones fiscales por un total de 47.261 millones de pesos. La investigación señaló que la contratación derivada de la ampliación de urgencia manifiesta para los servicios tecnológicos de la entidad incurrió en una gestión antieconómica, al pagar sumas superiores a las inicialmente ofertadas en una licitación que, posteriormente, fue revocada por el propio SENA.
El hallazgo de mayor cuantía surgió tras la revocación del proceso licitatorio para los servicios TIC del SENA, a pesar de que ya existía una oferta habilitada para adjudicar y firmar el contrato. En su lugar, la entidad suscribió un contrato interadministrativo con Colombia Telecomunicaciones por un valor de 210.228 millones de pesos, para la prestación de los servicios TIC durante cinco meses, entre agosto y diciembre de 2023. La Contraloría determinó que esta decisión generó un detrimento patrimonial de 43.660 millones de pesos, debido a la diferencia entre los valores pagados y los que habrían sido abonados si se hubiera seguido el proceso licitatorio original.
Además, la gestión del Fondo Emprender también ha sido objeto de fuertes críticas. A pesar de su objetivo de fomentar nuevos emprendimientos en el país, se detectaron deficiencias graves en la administración de la cartera, lo que resultó en la pérdida de recursos públicos por 3.601 millones de pesos. Este dinero debía haber sido reembolsado por los emprendedores beneficiarios, pero no fue gestionado ni recuperado de manera oportuna, lo que evidencia una grave falta de diligencia por parte del SENA. La Contraloría también identificó serias deficiencias en la gestión del Fondo Emprender, como el incumplimiento de requisitos técnicos y jurídicos en la formulación de proyectos, lo que pone en riesgo la efectividad del fondo y la sostenibilidad de los emprendedores.
Jorge Eduardo Londoño, quien dejó su cargo como director a principios de 2025 y actualmente se encuentra encargado de la dirección mientras se designa al nuevo director, enfrenta un desafío crucial: corregir estas fallas y restaurar la confianza de los colombianos. La falta de claridad en los procesos de contratación y las fallas en la gestión de los recursos públicos ponen en peligro la reputación de la entidad y el futuro de sus programas. Es imperativo que el SENA implemente medidas inmediatas para corregir estas deficiencias y garantizar la transparencia y eficiencia en la ejecución de sus proyectos. Solo de esta manera podrá cumplir con su misión de ser un motor de progreso para Colombia y evitar que estos hallazgos se conviertan en un ejemplo más de fallas en la administración pública.




