El ministro italiano de Cultura deseó recibir asesoramiento de una persona influyente. La alarma fue provocada por un correo electrónico del director alemán del Parque de Pompeya, en el que se detallaban los detalles del recorrido de los ministros del G7, así como una copia de la influencer.
Gennaro Sangiuliano, el ministro italiano de Cultura, intentó contratar a Maria Rosaria Boccia como asesora. La primera ministra, Giorgia Meloni, se encuentra en riesgo de enfrentar dificultades debido a la polémica.
Sangiuliano en una carta publicada este martes 3 de septiembre en La Stampa destaca que es crucial destacar que nunca se ha utilizado ningún euro del ministerio, ni siquiera para un café, para los viajes y estancias de la doctora Boccia. Además, menciona que había considerado nombrarla como asesora gratuita para importantes eventos, pero finalmente lo descartó.
El ministro explica que la presencia de Boccia con él en varias visitas al parque arqueológico de Pompeya durante la próxima reunión del G7 de Cultura, del 20 al 22 de septiembre, no tuvo ningún carácter institucional y nunca se abordaron cuestiones de seguridad. Sin embargo, la oposición ha cuestionado la posibilidad de que la influencer haya accedido a aspectos importantes de la reunión internacional.
