La Selección de Venezuela, que atraviesa uno de los momentos deportivos más destacados de su historia, podría enfrentar un duro revés que pondría en jaque su anhelada clasificación al Mundial de 2026. La FIFA analiza sanciones severas contra la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), tras denuncias elevadas por Bolivia sobre una presunta obstrucción al vuelo de su selección nacional, en un caso que podría derivar incluso en la expulsión de la Vinotinto de la competición.
El incidente ocurrió el pasado 6 de junio, luego del partido entre Venezuela y Bolivia en Maturín, correspondiente a la fecha 15 de las Eliminatorias Sudamericanas, donde la Vinotinto ganó 2-0 con goles tempraneros, incluido un autogol boliviano y un tanto de Salomón Rondón. Sin embargo, el resultado deportivo quedó opacado por lo que sucedió después del encuentro.
Acusaciones de sabotaje y crisis diplomática
Óscar Villegas, técnico de Bolivia, denunció que su selección fue impedida de despegar desde suelo venezolano tras el partido, a pesar de tener toda la documentación en regla. Las autoridades venezolanas alegaron supuestas fallas técnicas en escáneres y tráfico aéreo como motivo del retraso, aunque solo había dos aeronaves en la pista, contradiciendo esa versión. El jefe de seguridad boliviano calificó la maniobra como «sabotaje» deliberado para perjudicar el descanso y preparación de su equipo de cara al próximo encuentro.
La reacción en Bolivia fue inmediata. Autoridades deportivas y parlamentarias activaron canales diplomáticos y exigieron una investigación internacional, considerando el hecho como una “maniobra política con impacto deportivo”. Según medios bolivianos, no sería la primera vez que delegaciones extranjeras enfrentan trabas logísticas al visitar Venezuela para partidos oficiales.
FIFA podría tomar medidas drásticas
El caso ya fue elevado a instancias superiores, y la FIFA analiza los antecedentes. Sus reglamentos son claros: todo país anfitrión debe garantizar la libertad de movimiento, seguridad y trato digno a delegaciones visitantes. La violación de estas disposiciones puede conllevar desde sanciones económicas hasta la descalificación directa de competiciones oficiales.
Según fuentes cercanas al proceso, si Bolivia presenta pruebas contundentes —como declaraciones oficiales, documentos de retención del vuelo y comunicaciones entre federaciones— y se demuestra una intervención deliberada del Estado venezolano para afectar a un rival deportivo, la FIFA podría imponer la sanción más grave: la expulsión de Venezuela del camino al Mundial 2026, sin importar su rendimiento deportivo.
Un golpe a la ilusión vinotinto
Venezuela ocupa actualmente la séptima posición en la tabla, que da acceso al repechaje intercontinental. Sería la primera vez en su historia que se acercan tanto a una clasificación mundialista, de la mano del técnico Fernando Batista y una generación que ha mostrado gran progreso en los últimos años.
Una sanción de este calibre no solo borraría su desempeño en cancha, sino que tendría un impacto devastador para el fútbol venezolano, que ha luchado por años por ganar un lugar entre las potencias de la región.
Lo que sigue
Conmebol y FIFA ya fueron notificadas formalmente por Bolivia y deberán abrir una investigación. Se espera que en los próximos días ambas organizaciones emitan un pronunciamiento oficial sobre el caso. Por ahora, la Vinotinto sigue concentrada en su preparación, pero con la amenaza latente de una sanción sin precedentes que podría truncar el sueño de todo un país.
Este escándalo no solo sacude las Eliminatorias, sino que vuelve a poner en discusión el rol del Estado en el deporte y el respeto a los principios básicos de competencia justa en el escenario internacional.




