El caso de corrupción que involucra al exdirector de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, Andrés Calle, ha tomado un giro inesperado tras las declaraciones de Sneyder Pinilla, quien reveló que los $1.000 millones presuntamente utilizados para sobornar al funcionario fueron movidos a través de criptomonedas. Según Pinilla, el dinero fue transferido a varias billeteras digitales, lo que complica aún más la investigación, ya que las criptomonedas ofrecen un nivel de anonimato difícil de rastrear. Las autoridades están ahora analizando las transacciones y colaborando con expertos en blockchain para rastrear el flujo de los fondos.
La denuncia sobre el soborno de $1.000 millones se habría dado en el contexto de un caso de manipulación de investigaciones dentro de la Fiscalía, donde Calle, según Pinilla, habría recibido el pago a cambio de influir en decisiones clave. La utilización de criptomonedas para mover el dinero representa una estrategia sofisticada para evitar el rastreo tradicional de fondos, lo que podría retrasar las investigaciones y dificultar la identificación de los involucrados en el esquema de corrupción.
Las autoridades judiciales han intensificado su investigación tras las declaraciones de Pinilla, quien se encuentra colaborando con la Fiscalía en el esclarecimiento de los hechos. El caso ha generado gran preocupación sobre el uso de tecnologías emergentes como las criptomonedas en actividades ilícitas, lo que ha llevado a un llamado a mejorar los mecanismos de control y supervisión de las transacciones digitales para prevenir futuros delitos financieros.

