En la madrugada del viernes, Israel lanzó una ofensiva masiva contra objetivos estratégicos en Irán, intensificando dramáticamente la tensión entre ambos países. Los ataques se centraron en instalaciones nucleares, como la planta de Natanz, y bases militares consideradas de alto valor.
Expertos internacionales califican la operación como uno de los golpes más contundentes contra la cúpula militar iraní. Entre los muertos se encuentran seis científicos nucleares y altos mandos, incluido Hossein Salami, líder del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Israel justificó la ofensiva como una medida preventiva contra el programa nuclear iraní, al que considera una amenaza directa. Por su parte, Irán insiste en que sus desarrollos atómicos tienen fines exclusivamente pacíficos.




