Daneidy Barrera, conocida como Epa Colombia, ha decidido aprovechar su tiempo en prisión para estudiar una carrera universitaria. Descubre qué está estudiando, en qué universidad y cómo busca transformar su vida.
Epa Colombia apuesta por la educación en la cárcel
La empresaria e influenciadora Epa Colombia, cuyo nombre real es Daneidy Barrera Rojas, ha tomado una decisión que sorprendió a muchos: continuar con su formación académica mientras cumple su condena en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá. Tras haber sido sentenciada a cinco años y dos meses por actos vandálicos cometidos en 2019, Barrera ha buscado alternativas para transformar su vida dentro del penal, y la educación ha sido su camino elegido.
Desde su reclusión, ha mantenido el interés en mejorar tanto personal como profesionalmente, y ahora ha decidido formalizarlo inscribiéndose en la Universidad Minuto de Dios, una institución que brinda educación a distancia a personas privadas de la libertad. Su objetivo es fortalecer sus conocimientos y, eventualmente, aplicarlos en su negocio de productos capilares, el cual ha logrado consolidar en los últimos años.
¿Qué carrera estudia Epa Colombia?
Barrera ha optado por estudiar Administración de Empresas, una decisión que se alinea con su perfil emprendedor. A través de esta carrera, busca adquirir conocimientos clave sobre gestión, contabilidad, liderazgo y estrategias de negocios, lo que le permitirá fortalecer su empresa de keratinas y otros productos capilares.
En varias ocasiones, Epa Colombia ha manifestado su deseo de seguir creciendo como empresaria, incluso desde la cárcel. Antes de su reclusión, su negocio de belleza generaba millones en ingresos y proporcionaba empleo a decenas de personas. Ahora, con una formación académica más estructurada, espera llevar su empresa a un nivel más profesional y sostenible.
Un modelo de educación en las cárceles
La decisión de Epa Colombia no es aislada. En Colombia y en otros países, la educación en centros penitenciarios ha demostrado ser una herramienta clave para la reinserción social y la reducción de la reincidencia delictiva.
Según cifras del INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario), al menos 4.000 reclusos en Colombia han accedido a programas de educación superior en los últimos años, gracias a convenios con universidades como la Minuto de Dios, la Universidad Nacional y la Universidad del Valle. Estos programas buscan dar oportunidades a los internos para que puedan reintegrarse a la sociedad con nuevas habilidades y un propósito renovado.
En otros países, iniciativas similares han tenido resultados positivos. Por ejemplo, en Argentina, el Centro Universitario Devoto (CUD) permite que los reclusos estudien en la Universidad de Buenos Aires (UBA), logrando que muchos de ellos obtengan títulos universitarios y reduzcan sus condenas por buen comportamiento.
Epa Colombia y su transformación dentro de prisión
Desde su ingreso a El Buen Pastor, Barrera ha intentado mantener una actitud positiva y enfocarse en actividades que le permitan salir adelante. Aunque en sus primeros meses enfrentó dificultades y la adaptación fue compleja, ha encontrado en la educación un escape y una oportunidad para reinventarse.
Además de estudiar, Epa Colombia ha participado en actividades de resocialización y ha mantenido contacto con su equipo de trabajo para seguir supervisando el negocio de forma remota. Aunque su situación legal aún es incierta, su determinación por salir adelante ha sido evidente.
El futuro de Epa Colombia tras su condena
Si bien su condena es de más de cinco años, Barrera podría optar por beneficios penitenciarios como la reducción de pena por estudio y trabajo, lo que le permitiría salir antes de lo previsto. Según el Código Penal colombiano, los reclusos que cursan estudios pueden obtener redenciones de hasta 10 días de condena por cada 60 horas de estudio, lo que significa que su educación no solo le dará herramientas para su futuro, sino que también podría ayudarla a recuperar su libertad más rápido.
Con su nueva etapa académica, Epa Colombia busca dejar atrás su pasado conflictivo y proyectarse como una empresaria más preparada. Su historia, marcada por la polémica y la superación, podría convertirse en un ejemplo de cómo la educación puede cambiar vidas, incluso en los momentos más difíciles.




