En un cierre lleno de dramatismo, Envigado perdió ayer en casa ante Independiente Medellín por la semifinal de ida de la Copa Colombia, en un partido disputado en el Parque Estadio Sur. El conjunto local vio cómo la visita se llevaba el triunfo en los últimos instantes del encuentro, dejando al cuadro naranja con una sensación de frustración y desazón ante su público.
Durante gran parte del compromiso, Envigado mostró orden y disciplina táctica, tratando de imponer su estilo basado en la posesión y la salida limpia desde el fondo. Sin embargo, el Medellín se mantuvo paciente, esperando su oportunidad para golpear en el momento justo. Cuando parecía que el empate estaba sellado, una acción en el epílogo del juego inclinó la balanza y silenció el estadio.
El gol visitante cayó como un balde de agua fría para los hinchas locales, que ya se preparaban para celebrar un resultado que les dejaba vivas las esperanzas de la clasificación. La derrota en los minutos finales dejó ver el desconcierto del plantel y del cuerpo técnico, que no pudieron evitar que el rival aprovechara una desatención defensiva para llevarse la ventaja en la serie.
Andrés Orozco, técnico del Envigado, vivió el encuentro con evidente tensión desde la línea técnica. Durante los noventa minutos, se le vio dando indicaciones constantes y mostrando inconformidad con algunas decisiones arbitrales y errores de sus dirigidos. Al finalizar el compromiso, reconoció que la desconcentración en el cierre fue determinante y que ahora deberán “levantar cabeza” para el juego de vuelta.
La derrota llega en un momento clave para Orozco, quien aún no tiene asegurada su continuidad al frente del equipo para la temporada 2026. Desde el entorno del club se rumora que la dirigencia evalúa un posible relevo técnico, especialmente ante el escenario de tener que afrontar el torneo de ascenso el próximo año. La eliminación o una nueva caída podría acelerar las decisiones en la cúpula naranja.
El revés ante el Medellín reaviva los cuestionamientos sobre el rendimiento del Envigado en partidos decisivos. A lo largo de la temporada, el equipo ha mostrado pasajes de buen fútbol, pero sin la contundencia necesaria para cerrar los encuentros. La falta de equilibrio y las fallas en momentos determinantes se mantienen como una constante que preocupa tanto a la afición como a la directiva.
Con la serie aún abierta, Envigado deberá buscar una hazaña en el juego de vuelta si quiere acceder a la final de la Copa Colombia. Sin embargo, más allá del resultado deportivo, el club se enfrenta a un momento de definición institucional: decidir si mantiene el proyecto de Andrés Orozco o si inicia un nuevo ciclo para reconstruir su camino de cara al futuro.
