Wilton Arley Loaiza Parra fue procesado por la Fiscalía por tentativa de extorsión agravada, delito del que habría sido víctima una mujer desde el 7 de febrero en Neiva.
De acuerdo con los hechos, la víctima tiene un local alquilado que presenta un problema de espacio público, por lo que acudió en enero pasado a la Dirección de Justicia de la alcaldía de Neiva, con el fin de verificar la situación. Allí trabaja el ahora procesado y le dio su número telefónico.
El 7 de febrero, la mujer habría recibido un mensaje de texto a su celular por parte de Loaiza Parra, quien le pidió los datos del propietario del local y luego le manifestó que había una orden de demolición para el 22 de febrero, pero que la fecha se podía mover si le entregaba la suma de 10 millones de pesos.
Al día siguiente, el demandado le dijo que podía ayudarle con la situación y que debía entregar 8 millones de pesos, para que la orden de demolición se emitiera hasta diciembre o, de ser posible, se archivara. El 9 de febrero ya había reducido la cantidad a 4 millones de pesos.
El 11 de febrero llegaron al predio dos hombres que aparentemente pegaron la orden de demolición programada para el 22 de febrero, por lo que las víctimas presentaron una solicitud de anulación del acto administrativo. Sin embargo, el demandado aparentemente insistió en que esto podría resolverse por el monto previamente solicitado, pero la víctima alegó no tener dinero.
La extorsión
Finalmente, el capturado le dijo a la víctima que podía pagarle en dos cuotas, por lo que el 15 de febrero, tras la denuncia de los hechos y en medio de un plan antiextorsión, Loaiza Parra fue capturado cuando iba a recibir los dos millones de pesos por miembros del CTI Gaula Huila en coordinación con el Gaula Militar, en el establecimiento comercial de la víctima ubicado en el barrio Los Dujos de Neiva.
La Fiscalía interpuso un recurso de apelación en contra de la decisión del juez de garantías de imponer una medida de aseguramiento en lugar de residencia en contra del hombre, ya que la medida solicitada era en una cárcel.




