»Entrenar las emociones para tomar buenas decisiones»: Rocío Suárez, experta en programación neurolingüística

¿Alguna vez se ha preguntado si podría desarrollar su vida sin vincular las emociones que experimenta su cerebro? La experta, master en neurociencias, explica el significado de pensar con cabeza fría y qué tan posible es.
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Todos y todas han escuchado alguna vez la popular frase latinoaméricada ‘pensar con cabeza fría’, es por eso que, Rocío Suárez, autora del libro Evolucionando desde el amor, profundiza en su significado y explica qué tan posible es materializar aquel consejo.

 La neurolingüísta, explica como el cerebro esta formado principalmente por tres estructuras:

 1.    Reptiliano: Se encarga de funciones de supervivencia, como alimentación sueño y reproducción.

 2.    Límbico: Se encarga de funciones emocionales.

 3.    Córtex: Se asocia a la parte pensante y racional. Se encarga de las funciones ejecutivas del cerebro, tales como memorizar, planificar, solucionar problemas o tomar decisiones.

Rocío expone que ‘’antes se creía que para tomar una buena decisión solo se requería el córtex (función racional)’’, por eso, se mencionaba de forma constante, en términos más comunes, la frase ‘pensar con cabeza fría’ con la intención de que las emociones, o más bien la estructura límbica del cerebro no interviniera a la estructura que toma las decisiones (estructura córtex).

Durante mucho tiempo, aquella frase dedujo como una verdad absoluta la posibilidad de que no intervinieran las emociones a la hora de pensar, sin embargo, la experta narra cómo la neurociencia estudió el caso de un hombre que tuvo un accidente de trabajo que afectó su cerebro límbico (funciones emocionales) y las repercusiones que trajo aquel suceso.

El hombre después de dos meses del accidente, se recuperó físicamente pero de forma notoria, el accidente tuvo otras repercusiones en él. El sujeto se caracterizaba por ser tranquilo, cumplido, disciplinado, tener una buena memoria y llevarse bien con todos. Luego del accidente, al haberse afectado el cerebro límbico (funciones emocionales) del hombre, se evidenció un cambio en la gestión emocional que no permitía que las funciones ejecutivas se realizaran de forma asertiva.

El anterior caso, desmitificó aquel consejo y frase, demostrando además desde la neurociencia que es necesario tener un sustrato emocional (límbico) sano para desempeñar un sustrato racional (córtex) sano: no se puede pensar racionalmente sin tener emociones sanas.

Rocío, coach experta en PNL, enfatiza en que es necesario entrenar las emociones para tomar buenas decisiones.


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