La alcaldesa de Ibagué, Johana Ximena Aranda, ha sido posicionada en el noveno lugar de los mejores alcaldes del país en una evaluación nacional sobre gestión municipal, a pesar de las quejas de la comunidad sobre la falta de resultados visibles. Los habitantes de la ciudad han manifestado que, a pesar de los «show mediáticos» y las promesas de su administración, no se perciben mejoras significativas en la calidad de vida ni en la infraestructura urbana.
Aunque Aranda ha estado activa en promover eventos deportivos y ha anunciado la finalización del Acueducto Complementario, un proyecto que ha sido ignorado durante 30 años, los ciudadanos cuestionan la efectividad de estas acciones. Los ibaguereños sienten que su gestión ha sido deficiente y que los problemas que enfrenta la ciudad continúan sin resolver, generando descontento entre los habitantes que esperaban cambios tangibles.

La comunidad también ha resaltado que, a pesar de su posición en el ranking, la alcaldía no ha cumplido con sus promesas. Las calles deterioradas y la falta de atención a necesidades básicas han llevado a los ciudadanos a perder la confianza en su administración. Las quejas son cada vez más frecuentes, y muchos piden respuestas ante lo que consideran una falta de acción efectiva.
En este contexto, el reconocimiento a su gestión ha generado críticas, ya que los habitantes consideran que se trata de un premio que no refleja la realidad de Ibagué. A pesar de los esfuerzos de Aranda por mejorar su imagen pública, la percepción de una mala gestión persiste entre los ibaguereños, quienes exigen un enfoque más realista y soluciones efectivas a los problemas que enfrenta la ciudad.





