El encanto de Cundinamarca no solo reside en sus paisajes montañosos, sino también en su riqueza cafetera. A unas 90 kilómetros al suroeste de Bogotá, se encuentra Quipile, un pequeño municipio del Tequendama que ha captado la atención por producir granos de café de altísima calidad.
Tradición ancestral y café premium: la identidad cafetera de Quipile
En Quipile, el café no es solo un cultivo, sino una tradición viva. La producción se concentra en 24 de las 34 veredas del municipio, donde las familias caficultoras han mantenido métodos artesanales durante generaciones.Gracias a esa dedicación, el grano quipileño ha sido reconocido en concursos departamentales, nacionales e incluso internacionales.
Este café se distingue por perfiles sensoriales muy definidos: aroma delicado, cuerpo equilibrado y sabores complejos que reflejan el microclima y la altitud de la región.
Turismo cafetalero: una experiencia auténtica para viajeros
Quipile ha convertido su tradición cafetera en una experiencia turística genuina. Cada año se celebra la Feria de Cafés Quipileños, en la que los visitantes pueden participar en actividades como catación de café, concursos baristas, exposiciones y charlas sobre cultivo y cultivo sostenible.
Además, los viajeros tienen la oportunidad de recorrer fincas locales, caminar entre cafetales y conocer de primera mano cada paso del proceso: desde la siembra hasta la recolección y el tostado artesanal.
Quipile: un motor socioeconómico para Cundinamarca
Más allá de su atractivo turístico, el café quipileño cumple un papel clave en la economía local. Su producción modesta pero de gran calidad ha permitido que familias de la zona mantengan un sustento estable, al tiempo que promueven una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Esta tradición se enmarca también en una visión institucional: la Gobernación de Cundinamarca reconoce el potencial del café como un producto diferenciador que puede fortalecer el tejido rural y cultural del departamento.
¿Por qué visitar Quipile para los amantes del buen café?
- Proximidad a Bogotá: Apenas a unas dos horas y media desde la capital, es un destino ideal para escapadas del fin de semana.
- Calidad de café reconocida: Sus granos han sido premiados y son valorados en mercados especializados.
- Experiencias educativas: La oferta turística incluye visitas a fincas, talleres y encuentros con caficultores.
- Sostenibilidad y tradición: El cultivo en Quipile combina prácticas artesanales con una fuerte raíz comunitaria, lo que garantiza un impacto social positivo.
En definitiva, Quipile representa una joya cafetera que celebra lo mejor de Cundinamarca: su paisaje, su gente y su compromiso con un café auténtico y de altura. Si buscas una experiencia cafetera cercana a Bogotá, este municipio es, sin duda, una parada obligada.




