La denuncia se dio a conocer a través de redes sociales, en las cuales la mujer identificada como Laura Sarmiento Villarraga, mencionó que, al parecer, Alexis Castañeda, quien presuntamente se dedica a la ganadería en el departamento del Tolima, se encontraría alquilando diferentes viviendas y casas quintas para vacacionar, pero que este estaría supuestamente estafando a las personas, hurtando el dinero de las reservas, pues cuando los turistas arriban al lugar se encuentran con que las residencias tienen un propietario o no se encuentran en arriendo.
El caso
A inicios de noviembre, la mujer realizó una transferencia de 130 mil pesos, para la reserva de una casa quinta en la ciudad de Melgar, esto para pasar los dos puentes festivos del mes, misma cantidad que fue debitada a una cuenta Nequi a nombre de Aura Alicia Rodríguez Bohórquez, sin embargo, el hombre no volvió a responderle los mensajes luego de haber confirmado el recibido de la transacción. Ante esto, la mujer decidió alertar a la comunidad publicando el rostro del sujeto y las diferentes evidencias que muestran las transferencias de dinero, junto con la cédula que identifica al presunto estafador.
Las autoridades
Ante lo ocurrido, los uniformados hicieron un llamado extensivo a la comunidad para que se abstenga de realizar reservas o depositar altas cantidades de dinero a personas que no pertenezcan a una empresa legalmente constituida, recomiendan realizar este tipo de trámites a través de inmobiliarias o establecimientos con años de trayectoria para evitar caer en redes de estafa, especialmente para estas épocas de fin de años.
El presunto estafador
Se pudo conocer que Alexis Anzola Castañeda, es un hombre de 45 años, y, según información proporcionada por la denunciante, se dedica al trabajo de ganadería en el departamento, de igual manera, reside actualmente en la ciudad de Bogotá, pero se desconoce su paradero. Además, se conoció por parte de otras personas que en varias ocasiones han preguntado a la página en la cual se realizan las supuestas ofertas por precios y lugares, y que estos son muy cómodos al público, lo que hace más fácil que las personas los alquilen y resulten estafadas, por lo que es casi imposible poder controlar este tipo de redes de estafa por parte de las autoridades.



