Con la llegada del invierno aparecen de forma masiva algunas enfermedades asociadas especialmente a las vías respiratorias. La principal de ellas es la gripe que cada año representa un problema de salud pública por el alto número de casos que se producen y, en muchas ocasiones, por las consecuencias graves que conlleva. Los resfriados también están a la orden del día y son más numerosos, aunque no representan una amenaza tan seria para la salud. Junto a estas dos enfermedades proliferan otras como bronquitis, amigdalitis o ataques de asma. A continuación, un listado de las enfermedades más comunes durante los meses de invierno.
Gripe: Es la reina de las enfermedades en los meses de frío y representa cada año una epidemia que en España afecta a más de un millón de personas. Cuando llega el invierno se pone en marcha una campaña de vacunación masiva, pues la vacuna es el mejor remedio preventivo para esta enfermedad, y es especialmente recomendable para la población de riesgo. Forman parte de estos grupos de riesgo las mujeres embarazadas, los mayores de 65 años, las personas con problemas pulmonares y los pacientes crónicos.
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Resfriado: Es un problema de salud que está presente todo el año, y aumenta muchísimo en número de casos con la llegada del frío. Los síntomas más claros son los frecuentes estornudos, la congestión nasal y los ojos llorosos. Al igual que sucede con la gripe, es recomendable beber mucha agua para mantener el cuerpo hidratado
Amigdalitis: La amigdalitis consiste en la inflamación de las amígdalas, dos masas de tejido situadas en ambos lados de la parte posterior de la garganta. Hay dos posibles causas: infección vírica, que es la mayoritaria y afecta a un 80% de los pacientes, y bacteriana, que afecta a un 20%. Los principales síntomas son dificultad para tragar, inflamación de las amígdalas y dolor de garganta. El tratamiento depende del origen, pero actualmente apenas se recurre a la extracción de las amígdalas, procedimiento que fue muy popular hace varias décadas.
Bronquitis: La inflamación de los bronquios es también muy común en invierno. Produce tos continuada, fatiga, dolor de pecho y dificultad para respirar. En ocasiones también aparece fiebre. Al ser contagiosa se recomienda permanecer en casa hasta que la enfermedad desaparezca para evitar transmitir la infección a otras personas. Es recomendable hidratarse y no forzar la voz.
Asma: Aparece durante todo el año, pero en invierno aumenta el número de brotes. Es una enfermedad que afecta a los pulmones y tiene larga duración. Los síntomas son tos frecuente, dificultad para respirar, dolor en el pecho y sibilancias.




