La noche del martes 11 de noviembre, en la localidad de Kennedy (sector El Tintal / barrio Tabakú) de Bogotá, un hombre identificado como Mauricio Cendales Parra fue perseguido por un grupo numeroso de motociclistas tras un incidente de tránsito y, minutos después, fue atacado y golpeado hasta quedar gravemente herido; falleció en la Clínica de Occidente a consecuencia de las heridas.
Sus familiares han sostenido en entrevistas con medios que Cendales —conocido en su entorno como “El Chinche”— venía presentando cuadros de ansiedad, depresión y episodios de agresividad; cuentan que la mañana previa se intentó ingresar a una clínica para recibir tratamiento y que la noche del suceso él estaba en tratamiento médico y, por lo tanto, no consumía alcohol. Para la familia, estas condiciones explican en parte su comportamiento errático esa noche y desmontan versiones que circularon en redes sobre que iba ebrio o armado.
Qué pasó (los hechos conocidos hasta ahora)
Según reconstrucciones periodísticas y testimonios, Cendales habría embestido a varias motos en la avenida Carrera 68 con Américas (zona de El Tintal) y se habría dado a la fuga en su camioneta; un grupo de motociclistas lo persiguió, lo alcanzó y lo sometió con golpes —en videos que circularon en redes se aprecia la violencia del ataque—. La Policía y la Fiscalía abrieron investigación por el accidente de tránsito y por el homicidio; las autoridades intervinieron y sacaron al conductor del lugar, pero la versión familiar insiste en que lo ocurrido es resultado también de una respuesta colectiva violenta y desproporcionada.
La familia y la hipótesis clínica
Parientes cercanos declararon que Cendales cargaba con antecedentes de crisis psicológicas: un sobrino relató que la esposa había pedido ayuda a la Policía un día antes para llevarlo a una clínica psiquiátrica dado su estado alterado, y que la ayuda no llegó a tiempo ni al lugar correcto. También señalaron que tenía tratamientos y medicación por ansiedad/estrés y que no solía beber por ese motivo. Frente a la circulación de audios y versiones que lo presentaron como agresor habitual o borracho, la familia exige que se investigue y se haga justicia.
Reacciones públicas y de expertos
El caso reabrió el debate sobre la justicia por mano propia en Bogotá y la respuesta ciudadana violenta ante hechos de tránsito. Expertos consultados por medios han señalado factores sociales y psicológicos que explican la “espiral de violencia” en situaciones de enfado colectivo: sensación de impunidad, miedo, rabia acumulada y la viralidad de videos que incentivan respuestas inmediatas y agresivas. Autoridades locales y la Alcaldía han condenado el linchamiento y anunciado apoyo para identificar a los responsables materiales y quienes instigaron los hechos.
Datos relevantes y comprobados
- Nombre del fallecido: Mauricio Cendales Parra (edad reportada entre 35 y 39 años en distintas coberturas).
- Lugar: localidad de Kennedy, sector cercano a El Tintal / Tabakú, Bogotá.
- Fecha aproximada del suceso: noche del 11 de noviembre de 2025; las notas y las reacciones públicas se difundieron el 12 de noviembre.
- Víctima trasladada a la Clínica de Occidente, donde falleció por las heridas recibidas.
- La familia afirma que él presentaba cuadros de ansiedad, depresión y crisis de agresividad y que estaba en tratamiento médico; niegan que estuviera bajo efectos de alcohol.
Contexto más amplio: por qué estos episodios preocupan
En los últimos años en Bogotá y varias ciudades colombianas se han visto episodios de violencia colectiva (linchamientos, agresiones a presuntos delincuentes o a supuestos irresponsables viales). Las explicaciones combinan factores institucionales (percepción de impunidad y lentitud de la justicia), fragilidad en la atención en salud mental y escenas públicas que se viralizan y que hacen que grupos reaccionen en masa. Especialistas llaman la atención sobre la necesidad de mejores redes de atención en salud mental, protocolos claros de intervención policial para evitar que una persecución termine en tragedia y programas de convivencia ciudadana que reduzcan la tentación de hacer justicia por mano propia.
Qué dicen las autoridades y qué se investiga
La Fiscalía y la Policía anunciaron investigaciones por el homicidio y por el accidente de tránsito previo; en paralelo, se intenta identificar a los agresores que participaron en la golpiza, y evaluar denuncias por amenazas previas. La familia ha pedido que se procesen a los responsables y que se aclare si hubo fallas institucionales que pudieron evitar la muerte (por ejemplo, omisiones al solicitar apoyo para ingresar a Cendales a una clínica). Los procesos judiciales y las determinaciones forenses (autopsia, análisis toxicológico) serán determinantes para aclarar responsabilidades.
Conclusión
El linchamiento que terminó con la muerte de Mauricio Cendales pone en primer plano la intersección entre salud mental, fragilidad institucional y violencia colectiva. La versión familiar —de un hombre que sufría ansiedad y se encontraba en tratamiento, que no estaba bebiendo y cuya conducta esa noche pudo deberse a una crisis— choca con la percepción pública de culpabilidad inmediata que generó la persecución. Más allá de la investigación penal, el caso abre preguntas urgentes sobre cómo mejorar los canales de atención en salud mental, la respuesta policial en eventos de alteración pública y las medidas para prevenir que la indignación ciudadana derive en violencia extrema y homicidio.




