Por primera vez, una planta de energía experimental ha logrado producir más energía de la que consume utilizando fusión nuclear, según anunció el laboratorio nacional Lawrence Livermore, en California. Este avance abre la posibilidad de una fuente de energía prácticamente infinita y sin emisiones.
La fusión, el mismo proceso que alimenta al sol, ha sido durante décadas un sueño inalcanzable por sus enormes requerimientos tecnológicos. Ahora, con materiales superconductores y nuevos algoritmos de control, los científicos están más cerca de convertirlo en una realidad comercial.
Si se concreta su desarrollo, la fusión podría desplazar a los combustibles fósiles y revolucionar el modelo energético global. Pero aún quedan retos: el escalamiento industrial, los altos costos iniciales y la cooperación internacional para evitar su uso militar.
