ientíficos han descubierto en Ecuador insectos atrapados en ámbar que datan de hace más de 110 millones de años, lo que ofrece una ventana única al antiguo bosque amazónico en la era del Cretácico. Entre los fósiles encontrados hay escarabajos, hormigas, avispas y moscas, acompañados de polen y fragmentos de hojas, lo que permite reconstruir un ecosistema formado por helechos y coníferas —como el árbol “Monkey Puzzle”, que ya no crece en la Amazonía actual. Este hallazgo no solo aporta claves sobre la evolución temprana de las plantas con flor y su interacción con los insectos, sino que también subraya la importancia de preservar regiones con huellas fósiles únicas para entender cómo era la biodiversidad del pasado.
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