Encarecimiento en productos de la canasta familiar lleva al consumidor a ser más analítico

El consumidor está buscando la forma de navegar a través del aumento de precios y reducir el gasto a través de la disminución en la compra o búsqueda de productos más económicos.
Cortesía.
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En la actualidad el mundo pasa por una coyuntura que ha afectado a todos los países, a su economía, del que Colombia no escapa, y su inflación se ha visto altamente perjudicada por factores como el aumento en las tasas de interés en Estados unidos, el fuerte riesgo de recesión en el país norteamericano, el fortalecimiento del dólar y por ende la devaluación del peso, el conflicto ucraniano y el nuevo gobierno que inició el pasado 7 de agosto.

Así mismo, el tema que prende más alarmas es que el rubro de gasto en alimentos y bebidas, pues según el Dane es el de mayor aportación al crecimiento de la inflación; seguido de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles; el tercer lugar lo ocupan los restaurantes y los hoteles y en el cuarto puesto el transporte.

Hay otros indicadores a los que el país les está poniendo atención, que en el caso contrario del crecimiento de la inflación proyectan un buen pronóstico. Este es el caso de la tasa de cambio del dólar, la tasa de desempleo y el índice de confianza del consumidor.

Jaime García, Country Manager de Kantar división Worldpanel, declaró que “Colombia se enfrenta a un escenario que no veía hace 22 años, la inflación está llegando al 10%, lo que está generando un sacrificio de los hogares en volúmenes comprados. Se evidencia un encarecimiento en los productos de la canasta familiar, lo que lleva al consumidor a ser más analítico, selectivo e inteligente a la hora de comprar”.

Agregan que el incremento de los precios es una continua pérdida de volúmenes, hoy un hogar compra alrededor de 10% menos de volumen que en periodos prepandemia y se generaliza para todos los canales de compra. A pesar de que los minimercados y tradicionales son los canales que más sufren en este contexto, se evidencia que son los de mayor número de categorías distintas vendidas a un Shopper.

La recuperación de las grandes superficies en niveles de gasto lo lleva a estar alrededor de 12% por encima de periodos prepandemia, pero en volumen aún -10% de periodos pre pandemia.

Según García, “cuando creíamos que la pandemia daba tregua y la economía tenía perspectivas a la mejora, se desató un fenómeno de inflación que afectó las monedas de países emergentes y se suma una incertidumbre de las empresas en torno a un giro en el modelo político que apuesta a reformas tributarias para generar ingresos al estado, dejando de lado recuperaciones en la economía mundial y local en el corto plazo”.

Con base en esta situación, el comprador reacciona frente a los canales de compra buscando la omnicanalidad, creando compras de reposición, fortaleciendo el canal moderno dado la búsqueda de promociones, teniendo diferentes opciones en los precios que permitan la comparación, destacando diferenciales y haciendo seguimiento a las estrategias para tomar correctivos en el camino.

En el mismo sentido el consumidor, está buscando la forma de navegar a través del aumento de precios y reducir el gasto a través de la disminución en la compra, búsqueda de productos más económicos e identificación de establecimientos más económicos.

 


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