La noche del martes, 7 de octubre de 2025, presenta a Bogotá un desafío de movilidad sin precedentes, puesto que la ciudad combina una jornada de protestas vespertinas con la celebración del “Clásico de las Estrellas”: el partido entre Millonarios y América de Cali a las 7:30 p.m. en el Estadio Nemesio Camacho El Campín. Por consiguiente, el masivo desplazamiento de aficionados que proyecta este enfrentamiento, sumado a las movilizaciones previamente anunciadas en solidaridad con Palestina, crea un cóctel explosivo de congestión.
Un duelo de alto voltaje por la clasificación en la Liga BetPlay
Específicamente, el partido corresponde a la Fecha 14 de la Liga BetPlay DIMAYOR y adquiere una relevancia crítica para ambos equipos. De hecho, tanto el equipo bogotano como el vallecaucano luchan por acercarse a los puestos de clasificación, lo que garantiza un duelo de alta intensidad en el terreno de juego. Millonarios y América exhiben una de las rivalidades más históricas y parejas del fútbol colombiano. La transmisión del encuentro, a cargo de Win Fútbol+ y Win Play, atraerá la atención nacional, no obstante, en Bogotá, el foco recae en cómo los miles de hinchas lograrán acceder a El Campín.
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La hora del partido colisiona con el pico de las manifestaciones
Ahora bien, la hora de inicio del clásico (7:30 p.m.) coincide directamente con el impacto de las marchas vespertinas. Las caravanas y rodadas ciclísticas programadas para la tarde en la Universidad Nacional de Colombia (4:00 p.m.) y la marcha hacia la Embajada de Estados Unidos (4:30 p.m.) afectarán inevitablemente corredores vitales de la capital. La proximidad del Estadio El Campín a zonas como la Avenida NQS y la Carrera 30 incrementa el riesgo de colapso en el momento de mayor afluencia de espectadores. Así mismo, el caos matutino reportado en la Calle 80 y la Avenida Boyacá demostró la fragilidad del sistema vial de la ciudad antes de que los eventos de la tarde empeoren la situación.
Refuerzo logístico de seguridad y movilidad
Ante esta situación, la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM) y la Policía Metropolitana deberán implementar planes logísticos excepcionales que superen los despliegues habituales. El Campín exigirá cinturones de seguridad reforzados para gestionar el flujo de hinchas y prevenir incidentes, por lo cual las autoridades tendrán que coordinar simultáneamente el control de orden público en el centro y las zonas de manifestación con la llegada de miles de aficionados al estadio. En consecuencia, los ciudadanos verán un aumento significativo en la presencia de gestores de tráfico y personal de seguridad en las principales avenidas que convergen en la localidad de Teusaquillo.
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Planificación obligatoria y llamado a la prudencia
Finalmente, la jornada del 7 de octubre exige la máxima prudencia por parte de los bogotanos. Los aficionados que asistan al estadio necesitan considerar llegar con mucha antelación, puesto que los trayectos habituales sufrirán retrasos severos. En conclusión, la convergencia del fútbol de alta convocatoria y la protesta social prueba la capacidad logística de Bogotá. La planificación anticipada y el uso responsable del transporte público o la bicicleta permitirán mitigar el impacto, garantizando que el clásico se desarrolle sin mayores contratiempos en las calles.
