Durante el fin de semana, la Policía Metropolitana de Tunja llevó a cabo una importante operación que culminó con el cierre de un establecimiento acusado de vender bebidas embriagantes a menores de edad. La intervención, que responde a quejas de la comunidad, se realizó en un local que estaba infringiendo la normativa sobre la venta de alcohol a jóvenes.
El operativo se desarrolló tras recibir denuncias sobre la presencia de menores en el lugar consumiendo alcohol, situación que fue confirmada por las autoridades mediante inspecciones. En consecuencia, los oficiales procedieron a sellar el establecimiento para garantizar que cesara de inmediato su actividad ilícita hasta que se regularice su funcionamiento y se ajusten a las leyes vigentes.
No obstante, la intervención no se limitó al cierre del local. Durante la operación, se produjo un incidente adicional dentro del comercio. Leonardo Reyes, un cliente que se encontraba en el lugar, reaccionó de manera violenta ante la acción de cierre y comenzó a destruir mobiliario. Reyes rompió varias sillas y mesas del establecimiento en un ataque de furia, lo que llevó a los oficiales a proceder con su detención.
La policía arrestó a Leonardo Reyes por el delito de daño en bien ajeno. El detenido será presentado ante la justicia para responder por los daños causados en el local y su conducta agresiva durante el operativo. La acción de Reyes destaca un problema adicional en el contexto de la vigilancia y el cumplimiento de las normativas, pues su comportamiento pone en evidencia la necesidad de una mayor regulación en situaciones conflictivas.
El cierre del establecimiento y la detención de Reyes forman parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades para asegurar el cumplimiento de las leyes y proteger a los menores de edad. La venta de alcohol a jóvenes es una infracción grave que no solo afecta la salud y el bienestar de los menores, sino que también tiene implicaciones serias para la seguridad pública.
