La ciudad de Tunja ha sido escenario de dos trágicos sucesos en menos de 48 horas, en los cuales dos personas decidieron acabar con sus vidas. El primer incidente se registró el pasado viernes 26 de julio en un parque del oriente de la capital boyacense, mientras que el segundo ocurrió al día siguiente, sábado 27 de julio, en el interior de una vivienda ubicada en el occidente de la ciudad.
El primer caso, ocurrido en un parque del sector oriental, conmocionó a la comunidad local al conocerse que la víctima, cuyo nombre aún no ha sido revelado, fue encontrada sin vida suspendida de un lazo por las autoridades luego de recibir un llamado de emergencia. La policía y servicios de emergencia llegaron al lugar, pero no pudieron hacer nada para salvar a la persona.
El segundo incidente se produjo en una vivienda del occidente de Tunja, donde también se encontró a la víctima en un estado que evidenció la decisión irreversible que había tomado. Las autoridades locales se dirigieron al lugar tras recibir un aviso de familiares preocupados por el bienestar de la persona.
La serie de eventos trágicos ha generado una profunda preocupación en la comunidad y ha llevado al secretario de Salud de Boyacá, Óscar Jiménez, a calificar la situación como alarmante. Jiménez subrayó que estos sucesos se suman a un reciente incidente en el que las autoridades lograron evitar que un hombre se lanzara desde el viaducto de la ciudad. Este hecho subraya la creciente urgencia de abordar los problemas de salud mental en la región.
En respuesta a estos acontecimientos, el secretario de Salud ha anunciado que se intensificarán las actividades y seguimientos relacionados con la salud mental en Tunja. «Estamos comprometidos a fortalecer nuestros programas de apoyo psicológico y prevención del suicidio. Es imperativo que brindemos más recursos y atención para enfrentar este problema que afecta a nuestra comunidad», dijo el funcionario.
Estos trágicos eventos han puesto de relieve la necesidad urgente de redoblar los esfuerzos para prevenir el suicidio y apoyar a quienes están atravesando momentos difíciles. La comunidad de Tunja se enfrenta ahora a un desafío crucial: ofrecer un entorno de apoyo y empatía para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.




