La comunidad educativa de Sogamoso se encuentra de luto por el fallecimiento de la estimada maestra Graciela Ospina Castrillón, quien dejó una huella imborrable en generaciones de estudiantes del colegio Gabriel Camargo Pérez. Con su partida, se apaga una luz que iluminó los corazones de quienes tuvieron el privilegio de cruzarse en su camino.
Graciela Ospina Castrillón, reconocida por su dedicación y pasión por la enseñanza primaria, no solo impartió conocimientos académicos, sino que también sembró valores y dejó una impronta de amor por el aprendizaje en cada uno de sus alumnos. Su compromiso con la educación y su cariño por los pequeños marcaron una diferencia significativa en la vida de quienes tuvieron la fortuna de ser parte de su aula.
Ayer, mientras sus hijos Alfredo, Fernando y Adriana Vásquez Ospina, junto con sus familiares más cercanos, dan el último adiós a Graciela, la comunidad de Sogamoso se unió en oración y solidaridad. Las exequias se llevaron a cabo en la Catedral de Sogamoso San Martín de Tours, donde amigos, colegas y exalumnos se congregaron para rendir tributo a esta gran mujer que trascendió las aulas y se convirtió en un pilar para muchos.
La ceremonia, iniciada puntualmente a las 3:00 p.m., estuvo cargada de emotividad y recuerdos. Las palabras de despedida resonaron con el eco de vidas transformadas y corazones inspirados por la labor incansable de Graciela. Su legado perdurará en cada sonrisa de los niños que ella guió con paciencia y dedicación.
Posteriormente, en Jardines de la Esperanza, el cortejo acompañó a Graciela en su último viaje, donde fue cremada en medio de un ambiente de respeto y gratitud por una vida dedicada al servicio de la educación y el bienestar de los demás.
La partida de Graciela Ospina Castrillón deja un vacío irremplazable en el corazón de su familia, sus amigos y la comunidad educativa de Sogamoso. Su legado vivirá en la memoria de aquellos a quienes enseñó a leer, escribir y, sobre todo, a amar el conocimiento como ella lo hizo.
En este día de despedida, Sogamoso le dice adiós no solo de una maestra ejemplar, sino de una mujer cuyo impacto trasciende más allá de las palabras. Descansa en paz, querida Graciela. Tus enseñanzas perdurarán en cada uno de nosotros como un faro de inspiración y sabiduría.




