En el corregimiento de Siberia, ubicado en Caldono, los habitantes han vivido una preocupante situación durante años: se ven obligados a consumir agua de una quebrada contaminada. A pesar de los múltiples intentos por materializar el sueño de una planta de tratamiento de agua potable para esta comunidad, la obra sigue siendo un elefante blanco, dejando a los habitantes en una situación de vulnerabilidad y riesgo para su salud.
Desde hace casi 20 años, los habitantes de Siberia han luchado por contar con una planta de tratamiento de agua potable que les brinde acceso a un recurso básico y fundamental para la vida. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y los recursos invertidos, la obra sigue sin concretarse.
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La falta de una planta de tratamiento de agua potable ha llevado a los habitantes de Siberia como Ciro Efrén y Carmenza Muelas a consumir agua de una quebrada contaminada, poniendo en riesgo su salud y bienestar. Esta situación es especialmente preocupante, debido a que el acceso a agua potable es un derecho humano fundamental y su ausencia puede tener graves consecuencias para la salud de las personas.
A lo largo de los años, se han realizado múltiples intentos por terminar la construcción de la planta de tratamiento de agua potable en Siberia. Sin embargo, por diversas razones, la obra ha quedado estancada y no se ha logrado su finalización. Esta situación ha generado frustración y desesperanza entre los habitantes de la comunidad, quienes ven cómo su sueño se desvanece una y otra vez.
Es fundamental que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y prioricen la finalización de la planta de tratamiento de agua potable en Siberia. La salud y el bienestar de los habitantes de esta comunidad no pueden seguir siendo ignorados. Es necesario destinar los recursos necesarios y garantizar la ejecución efectiva de la obra.

