En una entrevista con el HSB Noticias, la actriz colombiana de cine para adultos, Esperanza Gómez, habló sobre el tabú que se teje en torno a sus relaciones sexuales, su cotidianidad y su supuesta ninfomanía.
Tocó abiertamente temas de su gusto desenfrenado por la desnudez, su masturbación diaria como rutina para empezar una excelente jornada, de su imperdonable de taza de café negro matutino y de su apacible vida en familia.
Aunque Esperanza Gómez, jura no ser ninfómana ni estar con un pene todo el día entre sus manos, asegura que sus seguidores la convirtieron en la única esperanza para el deleite para sus sentidos.
“Ellos son capaces de pagar cualquier cantidad de dinero, tan solo por mirarme meter los dedos en mi vagina, chuparme los dedos de los pies o simplemente masturbarme mencionando su nombre”.
Cuenta que la industria del porno es un camino espinoso y culebrero al que no hay que temerle si se sabe caminar con firmeza e inteligencia.
No presume de ser la mejor exponente de este género en el mundo, pero asegura que su éxito no es para cualquiera. Hay que tener coraje, determinación y escasa vergüenza o pudor.
“Soy capaz de mostrar mis tetas cuando me lo piden, porque acepto mi cuerpo. Verme desnuda es un deleite y no me avergüenza. Así que este cuento no es para quienes tengan como proyecto de vida pensarse desde la consolidación de una familia conservadora porque seguramente se van a arrepentir”.
Una ‘porno’ con valores
Fiel a sus principios y valores aprendidos en el seno de su familia, Esperanza, cuenta que no es capaz de cometer actos aberrantes en nombre del gozo que le proporciona el poner en práctica los fetiches. Pone límites cuando de trabajar con fetiches se trata.
Lo más raro que ha hecho frente a la cámara es orinar y mostrar un primer plano de su vagina.
Aunque sus seguidores le piden cosas raras, Ella nunca lo hará por respeto a la formación que recibió en casa.
“Me han pedido hacerlo con animales muertos y dejar que su sangre corra por mi cuerpo desnudo. Que me introduzca objetos enormes que sería imposible hacerlo o que asfixie a una persona con una corbata”.
Esas cosas, así me las pidan no las hago. No atentaría tampoco contra un indefenso animalito”.
Contrario a lo que hace en su profesión, como actriz de contenidos para adultos, Esperanza Gómez dejó al desnudo alguna de sus emociones, anécdotas de infancia e, incluso, recuerdos no muy gratos, como el abuso sexual del que fue objeto a temprana edad.
“Durante el tiempo de pandemia la bonanza llego a mi vida. Para muchos fue una época difícil donde todo escaseaba. En mi caso, el encierro motivó más a que mis seguidores piensen más en sexo, morbo y fetiches. Mis producciones de contenidos para mis redes sociales tuvieron más que una publicación y la sed insaciable de placer incrementó considerablemente el número de seguidores en mis plataformas de internet”.
Vivía muy reprimida y lloraba todas las noches. Callar es el peor error de una víctima de abuso, hay que hablar con una persona de confianza, también buscar ayuda.
Mis terapias con el sicólogo me mostraron que el peor error fue tenerlo en silencio y es que lo único que quería era vengarme de los hombres. Disfrutaba de excitarlos y luego emprendía la huida para liberarse de tus temores.
Fue su primer novio, la persona que con amor y paciencia, le ayudó superar ese mal momento.
Para eso tuvo que esperar dos años, pues recuerda que nunca intentó tocarla y eso le permitió a la actriz de cine para adultos recuperar su confianza.
La caldense y quien es una de las mujeres más deseadas del país, no teme a la hora de revelar sus preferencias sexuales.
Los hombres atractivos y jóvenes ya no son su debilidad, es por esos que figuras como James Rodríguez no la ponen a suspirar como si pasa con los hombres mayores y calvo. Además enfatiza que también deben ser inteligentes.
Hoy es una mujer libre y feliz, cada vez que puede presume de sus peligrosas curvas y para tráfico por donde va desde hace unos años vive en Estados Unidos junto a su esposo y quien la complace en todo lo que quiere.
No se olvida de su país y cada vez que puede lo visita por una corta temporada, ahora lo ha tenido que hacer con más frecuencia y es que un tema de salud los últimos años ha estado mortificando.
Ella es una persona de devota y le gusta opinar de política, pero asegura que cada vez que los hace se mete en líos y es por ello que prefiere guardarse los comentarios.
El tema de ser mamá quedó cancelado hace años y para no tener la tentación decidió hace unos años operarse, al mismo tiempo que descartó la opción de congelar sus óvulos.




